La próxima Supercopa de Europa no se disputará en Rusia, luego que la UEFA le quitó este miércoles la sede debido a la invasión que mantiene en Ucrania.
La ciudad de Kazán, que albergó partidos de la Copa del Mundo de 2018, iba a recibir el torneo que levanta el telón de la temporada europea y que enfrenta a los campeones de la Champions y la Europa League.
Ahora, el partido se escenificará en Atenas en el estadio Georgios Karaiskakis, sede del Olympiakos, el 16 de agosto, según anunció la UEFA tras una reunión de su comité ejecutivo.
El organismo no había sacado la sede de la Supercopa a Rusia, pese a que decidió trasladar la Final de la Liga de Campeones de 2022, prevista en San Petersburgo, pocos días después de la invasión rusa a Ucrania en febrero.
Los equipos rusos han estado marginados de las competiciones de la UEFA y la FIFA desde el 28 de febrero. El Comité Olímpico Internacional (COI) también ha recomendado a las federaciones deportivas que no permitan a Rusia ser sede de competencias.
COI quiere a rusos en París 2024 como neutrales
El COI recalcó este miércoles que quiere permitir la presencia de los deportistas rusos en los Juegos Olímpicos de París 2024 como neutrales, en desafío al reclamo del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky de que sean excluidos completamente.
Bajo el argumento de realizar una “misión unificadora” durante un tiempo de guerra, el Comité Olímpico Internacional señaló que ningún deportista debe ser discriminado por razón del pasaporte que porte.
“Una ruta para la participación de los deportistas en la competición bajo condiciones estrictas deber explorada”, dijo el COI en un comunicado publicado tras una reunión de su junta ejecutiva.
El presidente del COI, Thomas Bach, no compareció a su habitual rueda de prensa tras la reunión.
Rusia no criticó directamente el comunicado, aunque sus deportistas que “activamente respalden la guerra en Ucrania” podrían quedar excluidos de los Juegos de París dentro de 18 meses, advirtió el COI.
El COI mencionó el ejemplo de los yugoslavos en los Juegos de Barcelona 1992 como “atletas neutrales” cuando la nación se encontraba bajo sanciones de las Naciones Unidas durante una guerra civil.
Zelenskyy se refirió al tema el martes tras una reunión con el presidente francés Emmanuel Macron, quien hizo campaña a favor de la candidatura de París en 2017.
“He enfatizado de manera particular que los atletas rusos no deben estar en los Juegos Olímpicos en París”, escribió Zelensky en su cuenta de Telegram tras reunirse con Macron.