La turbia ‘seducción’ de Arabia Saudita y su futbol

Con todo su poder económico, el país le está ‘plantando cara’ a las ligas ‘top’ europeas, pero el verdadero fin de llevarse a tantos cracks a su torneo local tiene poco de deportivo y mucha controversia
Francisco Sánchez Francisco Sánchez Publicado el
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Esta semana, Neymar Jr. se unió a los cracks que eligieron a Arabia Saudita como su siguiente destino futbolístico, uno que le está robando protagonismo a las principales ligas y franquicias europeas, y cuyo fin va más allá de hacer brillar a sus figuras en la cancha.

De 2021 a la fecha, el Reino de Arabia Saudita ha “apostado” en grande por el deporte, siguiendo los ejemplos de Qatar o Emiratos Árabes Unidos. Han sido 6 mil 300 millones de dólares (5 mil 795 millones de euros), y lo han hecho para mostrar que, además de ser una nación próspera (muy), hay libertades sociales y no hay abusos a los derechos humanos ni represión política, como se afirma en Occidente.

Esta acción, calificada como sportwashing, la han implementado varios países del Golfo Pérsico a través de la inversión y compra de franquicias deportivas, organización de eventos (¿les suena Qatar 2022?) y la atracción de atletas, sobre todo futbolistas.

Sin embargo, Arabia lo ha hecho de manera brutal en los últimos meses y comprando todo lo que esté a su alcance si de futbol se trata, mientras que, por otro lado, crecen los cuestionamientos sobre sus métodos para tratar con disidentes, así como por la competencia leal en materia financiera.

En el caso de Neymar, el Al-Hilal lo convenció con un sueldo de 100 mde al año por cada una de las dos campañas que estará en el equipo; además, de acuerdo con footmercato, tendrá avión privado, una mansión, 80 mil euros por victoria y 500 mil por cada historia o publicación en sus redes sociales en la que promocione al país.

Asimismo, podrá vivir junto a su pareja Bruna Biancardi, a pesar de que no estén casados (algo que está prohibido en Arabia Saudita) y tendrá control de sus derechos de imagen.

Al sumar primas y salarios, el futbolista recibiría entre 300 y 400 millones de euros por su contrato, el cual, vale reiterar, es apenas de dos años. Esto, por ejemplo, sería imposible de costear para el Barcelona, a donde el brasileño quería regresar.

Con tales “prestaciones”, muy pocos futbolistas han rechazado las “mieles” de la Saudi Pro League, que comenzó su ofensiva el 30 de diciembre de 2022 con la llegada de Cristiano Ronaldo al Al-Nassr con un contrato extraoficial de 200 millones de euros por temporada hasta 2025.

Solo Lionel Messi, hoy en el Inter Miami, y Kylian Mbappé dijeron “no, gracias” a sendas ofertas, ambas hechas por el Al-Hilal. Trascendió que para el argentino pusieron sobre la mesa 400 millones de euros, mientras que por el galo la propuesta era de 300 mde.

En contraparte, además de “Ney”, Karim Benzema, N’Golo Kante, Sadio Mané, Jordan Henderson e incluso técnicos como Steven Gerrard (exjugador y leyenda del Liverpool de la Premier League) dejaron el “Viejo Continente” para jugar en la temporada 2023-2024 de la también llamada Roshn Saudi League, que arrancó la semana pasada.

Para esta campaña, los clubes saudíes han gastado más de 600 millones de euros (654.6 millones de dólares) en fichajes. Esto es casi el triple que lo invertido por el Arsenal de la Premier League (231.6 mde), el equipo que más desembolsó en refuerzos para este año futbolístico 2023-2024 en Europa.

Pero, ojo, en dicha cifra no están considerados los salarios de los futbolistas, los cuales, elevan por mucho la inversión.

¿De dónde sale el dinero?

Arabia Saudita maneja un fondo soberano de la riqueza llamado Fondo de Inversión Pública, el cual, en junio pasado, consiguió una participación de 75 por ciento en cuatro clubes saudíes de primer nivel (Al-Nassr, Al Ittihad, Al-Ahli y Al-Hilal), los cuales ya hicieron contrataciones millonarias… y van por más.

La última de ellas fue ayer y también la protagonizó el Al-Hilal, que se llevó al portero marroquí Yassine Bono por 21 millones de euros.

Esta “nacionalización” del futbol árabe “generará diversas oportunidades comerciales, incluyendo inversiones, alianzas y patrocinios en una serie de deportes”, informó el fondo tras la adquisición.

“La Liga Profesional de Arabia Saudita recibirá el apoyo en su ambición de estar en las 10 mejores ligas del mundo”, informó la agencia de prensa estatal en un comunicado. De acuerdo con el fondo, la asistencia a los partidos “ha aumentado casi un 150 por ciento”.

Vale decir que, a diferencia de lo que sucede en las ligas de Europa, los equipos saudíes no están sometidos a las restricciones al gasto que exige la UEFA (‘Fair Play’ Financiero), por lo cual no hay límites a los salarios que puedan ofrecer para traer a los mejores jugadores a Oriente Medio, algo que está ocurriendo de manera acelerada.

Asimismo, este fondo, que administra 700 mil millones de dólares del patrimonio del reino, ya es dueño del Newcastle de la Premier League inglesa con lo que compite así contra Qatar (Paris Saint-Germain) y Abu Dabi (Manchester City) a nivel de clubes europeos.

Es decir, por dinero, no pararán.

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