La polémica entrevista que podría dejar al FC Barcelona sin fichar un año
Antoine Griezmann renovó su contrato con el Atlético de Madrid hasta junio de 2022, con una cláusula de rescisión de 100 millones de euros, por lo que forzar su salida se antoja complicada.
Indigo StaffEl FC Barcelona ya inició negociaciones con Antoine Griezmann, o al menos eso es lo que ha dado a entender Guillermo Amor, Responsable de las Relaciones Institucionales y Deportivas del Barcelona, y eso podría costarle al club catalán una fuerte sanción por parte de la FIFA.
El Atlético de Madrid decidió denunciar de manera formal al FC Barcelona ante la FIFA por mantener contactos con Antoine Griezmann, cuando el jugador tiene un contrato vigente con el equipo colchonero.
Esto luego de que Guillermo Amor develara estas negociaciones durante una entrevista con la periodista Mónica Marchante.
“Puede ser que haya pasado alguna cosa. Si lo dice el periódico (Mundo Deportivo) es posible, puede ser, no lo sé, puede haber buena sintonía, una relación, conversaciones…”, confesó Amor.
El delantero francés renovó su contrato con el Atlético de Madrid hace seis meses y firmó con el club rojiblanco hasta 2022.
Por lo que el Consejo de Administración del Atlético de Madrid optó por proceder formalmente contra el equipo catalán debido a que consideran desleal que intente negociar con Griezmann cuando aún están compitiendo en La Liga española.
El castigo que la FIFA podría imponer al FC Barcelona es prohibirle a la institución comprar nuevos jugadores y no poder dar de alta a nuevos jugadores durante dos mercados de fichajes.
Una conducta castigada
La Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) ya ha sancionado este tipo de conductas en el pasado.
En 2006, la A.S. Roma fue castigada sin poder hacer fichajes durante un año por una serie de irregularidades en el traspaso de Philippe Mexes en el año 2004.
Asimismo, el Chelsea fue sancionado sin poder hacer fichajes durante dos periodos de fichajes por la contratación del francés Gael Kakuta.
El Lens, equipo al que pertenecía el jugador, denunció al conjunto inglés ante la FIFA y ésta sancionó al equipo inglés, aunque el castigo sería levantado posteriormente por el Tribunal de Arbitraje Deportivo por llegar ambos equipos a un acuerdo.
