En el futbol no solo existe la gloria, la fama o el dinero. En el ambiente profesional, una peligrosa realidad acecha con mayor frecuencia a los futbolistas al grado de necesitar una explicación: ¿por qué se están muriendo dentro del campo?
Desde décadas atrás, decenas de futbolistas han perecido en el terreno de juego de forma súbita debido a complicaciones mortales con el corazón, el cerebro y los pulmones.
Mientras corren por un balón, de pronto su cuerpo no les reacciona. Así, tan repentina, puede ser la muerte de muchos sin haberlo esperado.
El caso más reciente, Pier Mario Morosini en Italia, quien durante el partido entre Livorno y Pescara, al verse lejos del balón de pronto cae al césped ante la mirada de sus compañeros.
El jugador fue atendido con un masaje cardíaco con desfibrilador y trasladado en ambulancia a un hospital local. Minutos más tarde murió.
O qué decir de la trágica muerte de Antonio Puerta, del Sevilla en 2007, o de Miklós Feher, del Benfica en 2004, éste último sonrió al recibir una tarjeta amarilla durante el juego para después tomar su posición en el campo. De pronto se inclinó y cayó inconciente debido a una tromboemolismo pulmonar.
Es posible que de los casos registrados a nivel mundial, muchos hayan sucedido en atletas con problemas ya presentes en su cuerpo. Como lo ocurrido con Antonio de Nigris, quien sabiendo de su falla genética en el corazón, siguió adelante con su carrera hasta la madrugada en que pidió una ambulancia y ya no pudo volver a casa.
Otra de las sospechas en este problema que enlutese al futbol es que las autoridades de los clubes han ocultado a sus jugadores sobre informes médicos con patologías peligrosas.
En ambos casos, se está arriesgando el todo por fama o dinero, cuando al final se está perdiendo lo más importante: la vida de un ser humano.
Para buscar soluciones a este tema, el Comité Ejecutivo de la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) realiza esta semana su Segunda Conferencia Médica en Budapest, Hungría, donde recordarán a los clubes la necesidad de al menos tener un aparato desfibrilador en cada estadio, equipo médico apropiado, y condiciones óptimas para evitar mayores muertes en este espectáculo.
El evento es encabezado por Michel D’Hooghe, Jefe Oficial Médico de la FIFA, quien buscará con los directivos de las ligas de todo el mundo establecer las mejores recomendaciones para que el problema ceda de a poco.
“Exámenes regulares de salud, por ejemplo, puede identificar problemas del corazón en una etapa temprana, y así ayudar a evitar casos de muerte súbita cardíaca en el campo. El F-MARC 11 (programa de calentamiento) puede también reducir el número de lesiones”, expresó D’Hooghe en el programa de la Conferencia Médica de FIFA.
Medidas estrictas
FIFA busca solución
Tras la muerte del camerunés, Marc-Vivien Foe, la FIFA tomó cartas en el asunto y propuso dos años después realizar exámenes médicos a cada jugador antes de competir.
Casos fatales
más recientes
Jugador: Miklós Feher
Equipo: Benfica
Muerte: 25 de enero de 2004
Causa: Cae inconsciente al suelo durante un partido. Falleció a causa de un tromboemolismo pulmonar.
Jugador: Serginho
Equipo: Sao Caetano
Muerte: 27 de octubre de 2004
Causa: Sufre una parada cardiorrespiratoria durante el partido contra Sao Paulo.
Jugador: Antonio Puerta
Equipo: Sevilla FC
Fecha: 28 de agosto de 2007
Causa: Cae desmayado. El jugador fue atendido en el terreno de juego, recuperó el conocimiento pero falleció tres días después a causa de una encefalopatía postanóxica acompañada de un fallo multiorgánico.
Jugador: Víctor Hugo Ávalos
Equipo: Villa Florida
Fecha: 2 de abril de 2009
Causa: Falleció por un paro cardiorrespiratorio tras festejar su gol, con el que su equipo ganaba 1-0.
Jugador: Pier Mario Morosini
Equipo: Livorno
Fecha: 14 de abril de 2012
Causa: Falleció en un hospital luego de un paro cardíaco en un partido contra Pescara.
