La nueva era en la Serie Mundial de la MLB

Después de haber sido de las peores franquicias del beisbol de Grandes Ligas hace 10 años, incluso con más de 100 derrotas, los Astros de Houston y Nacionales de Washington viven una realidad distinta en la que pelean por la supremacía
Manuel Sebreros Manuel Sebreros Publicado el
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Una década atrás los Astros de Houston y Nacionales de Washington vivían una realidad muy distinta a lo que ahora enfrentan. Lejos de pensar en alcanzar la Serie Mundial, como la que protagonizarán a partir de hoy, su interés estaba en salir de años de crisis.

Mientras equipos como Yankees de Nueva York o Dodgers de Los Angeles intentan alcanzar otra preciada corona a base de millones de dólares, sin resultados positivos en los últimos 10 y 31 años, respectivamente, Houston y Washington han tenido una dinámica distinta de trabajo para estar en los primeros planos.

En el caso de los Astros es de destacar el espíritu latinoamericano que se le ha implementado, pues su base de poder en el bateo está encabezada por el venezolano José Altuve, los cubanos Yordan Álvarez, Aledmys Días y Yuli Gurriel y el puertorriqueño Carlos Correa.

Otra clave del éxito de Houston es su pitcheo, encabezado por tres veteranos como Justin Verlander, Zack Greinke y Gerrit Cole, quienes cuentan con la experiencia para enfrentar partidos a muerte como los de la Serie Mundial.

En cuanto a los mexicanos, los únicos representantes están con los Astros. El cerrador es Roberto Osuna, quien ha sido garantía en la mayoría de sus salidas con posibilidad de rescate, mientras que el novato José Urquidy ha cumplido cuando le dan la confianza de lanzar, pese a tener solo tres meses en las Grandes Ligas. Completa la tercia, aunque no juega, el gerente general Jeff Luhnow, nacido en Ciudad de México, quien ha ayudado a cambiar la historia de un equipo que durante tres años tuvo más de 100 derrotas y transformar ese número en victorias y una Serie Mundial ganada.

Capital olvidada, llega a la Serie Mundial

Por otra parte, los Nacionales batallaron mucho luego de tomar la franquicia de los Expos de Montreal, y por primera vez en la historia llegan al Clásico de Otoño con amplias posibilidades de ganarla.

Su fortaleza está en el pitcheo, con una triada espectacular encabezada por Max Scherzer, Stephen Strasburg y Aníbal Sánchez; sin embargo, si estos abridores no logran ir más allá de la quinta entrada la vida se le complicará al equipo capitalino, pues su bullpen no es tan confiable.

El ambiente será de fiesta, ya que la ciudad de Washington tuvo que esperar 86 años desde la última vez que fue sede de un encuentro de Serie Mundial. La vez más reciente de un duelo de esta índole en la capital estadounidense fue el Juego 5 de la Serie entre Gigantes de Nueva York y los Senadores en 1933.

Se trata de una gran oportunidad para varios peloteros de los Nacionales que están en la parte final de sus carreras y que nunca habían tenido posibilidad de luchar por el campeonato de MLB, como Ryarn Zimmerman, quien esperó 15 años para estar en el Clásico de Otoño, seguido de Howie Kendrick (14 campañas), Asdrúbal Cabrera (13 años) y Gerardo Parra (11 temporadas).

Sin embargo, algunas estadísticas juegan en contra de los capitalinos, una es el descanso, al llegar con una semana de inactividad tras haber barrido a los Cardenales de San Luis en la Serie de Campeonato, aunque el año pasado los Medias Rojas de Boston tuvieron una situación similar y terminaron como campeones.

Desde que en 2001 los Diamantes de Arizona sorprendieron al ganar el trofeo en su primera Serie Mundial, los demás equipos primerizos han fracasado, los propios Astros en 2005, Colorado en 2007, Tampa Bay en 2008 y Texas en 2010.

Max Scherzer y Stephen Strasburg, por Nacionales, irán frente a Gerrit Cole y Justin Verlander en los primeros dos juegos.

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