La nueva crisis del ‘Turco’

Cuando el Club de Futbol Monterrey decidió contratar a Antonio Mohamed, el aficionado rayado sintió un alivio generalizado por significar el respaldo de una figura con un pasado interesante en la institución.

Tras su paso con el América, su receso coincidió con las necesidades que padecía Rayados y entonces se dio la comunión, una contratación que por mucho tiempo había deseado la gran mayoría de los seguidores del equipo.

Sin embargo la expectativa no ha coincidido con la realidad. Esta temporada le han faltado los resultados que respalden su proyecto, cayendo en una problemática que de seguir en descenso pondría en peligro la clasificación.

Monterrey tiene solo 12 puntos de los 30 disputados, se ubica en el puesto 14 de la tabla general y solo ha podido ganar un solo juego como local, complicándose así el panorama en el seno rayado.

Más aún cuando en el Clásico Regio 105 contra Tigres fue exhibido de sus limitaciones y terminó con un desastroso 3-1 que puso cuesta arriba las intenciones de un equipo plagado de costosos jugadores.

La última gota que ha derramado el vaso fue Chivas, el resucitado cuadro rojiblanco que con su técnico recién llegado Matías Almeyda han dado un brinco esperanzador en la presente temporada.

Incluso los rumores de su renuncia no se hicieron esperar. En redes sociales se manejó la posibilidad de que Antonio Mohamed deje al Monterrey en las próximas horas, esto en razón de una posible renuncia que habría presentado después de la caída en Guadalajara.

Ni la directiva ni el propio “Turco” han salido a desmentir este rumor que tendría sentido, considerando que acumula seis partidos sin poder ganar y que las posibilidades de alcanzar la Liguilla se siguen esfumando.

Pero esto no es nuevo para Mohamed. Apenas en el Clausura 2014 le tocó vivir de lo dulce a lo amargo con las Águilas del América, cuando durante siete jornadas, de la 6 a las 12, solo pudo cosechar cinco puntos y recibió dos golizas que calaron hondo en el nido de Coapa.

En esa ocasión el “Turco” aceptó el momento complicado por el que atravesaba su lujoso plantel, definiéndolo como una crisis, de la cual asumió toda responsabilidad y buscó poner manos a la obra para salvarlos.

Su puesto se tambaleó en aquel momento pero a diferencia del presente con Rayados, Ricardo Peláez sí salió a darle un espaldarazo. Si bien levantaron los números y alcanzaron a meterse a la Liguilla con apenas 25 puntos, luego fueron eliminados en los Cuartos de Final.

Sin duda la crisis que más le ha afectado al técnico argentino en México le sucedió en Xolos de Tijuana durante el Clausura 2013, donde ligó ocho partidos sin conocer la victoria porque de plano no encontró la fórmula para jugar práctico y efectivo.

Tristemente de la jornada 5 hasta el final de temporada, los perros aztecas solo pudieron ganar dos veces, derivando esta crisis en su salida del equipo que él mismo llevó a la gloria un torneo anterior.

Ahora como timonel del Monterrey la mala suerte le vuelve a acechar. Sus delanteros han respondido de a poco pero la defensa es la que todavía sigue con errores peligrosos que les han quitado puntos.

Nadie sabe cuánto tiempo más vaya a durar esta relación del “Turco” con Rayados, pues aunque sonaba especial el reencuentro, por el pasado de ambos, la realidad ha sido triste y lamentable considerando el equipo que tiene y lo mucho que podría obtener.

Cartuchos quemados

Nadie niega el gran respeto y admiración que la afición del Monterrey siente por Luis Pérez, Ricardo Osorio, Aldo de Nigris o José María Basanta. Lo que sigue siendo cuestionable fue su retorno y su rendimiento esta temporada.

A excepción de “Chema” Basanta, los refuerzos de Rayados están dejando mucho que desear esta campaña, pues ya sea por lesión o por su poco aporte futbolístico, pero estos emblemáticos albiazules siguen desaparecidos.

“Lucho” no ha dado el ancho, Osorio la pasa mal entre lesiones, lo mismo que De Nigris, resultando un problema más para el técnico Antonio Mohamed ahora que tanto necesita un plantel entregado al 100 por ciento.