Sentarse en el banco de la Selección Mexicana es una de las opciones más atractivas para quienes llevan a cabo esta profesión, a pesar de que la exigencia es grande: el quinto partido del Mundial, pero más allá del fracaso en esta misión, una vez que dejan el mando del Tri, esos entrenadores han perdido el rumbo y lejos de tener éxitos han quedado en la sombra.
Se trata del puesto que exalta los sentimientos del espectador, ante una sociedad en ausencia de héroes a quienes entronizar, el mandamás de la Selección Mexicana se convertirá de manera efímera en un ídolo nacional, así pasa con cada uno que llega.
Sus palabras serán respetadas, así como su acciones veneradas. Pero, de no cumplirse el objetivo primordial, la presencia del director técnico será un recordatorio incesante de la tragedia mexicana.
La aventura del héroe no termina con la Selección Mexicana.
La tragedia parece perpetuarse con los directores técnicos que dejan el cargo, quienes tienden a revivir una y otra vez la desdicha de haberse sentado en la silla tricolor.
Desde Miguel Mejía Barón, quien ha decido dejar el papel protagónico para refugiarse bajo el cargo de auxiliar, hasta Juan Carlos Osorio, quien renunció a la Selección de Paraguay por asuntos familiares.
La lista de exdirectores técnicos que tras haber dejado a la Selección Mexicana no han encontrado el rumbo, parece no terminar: Miguel Mejía Barón, Bora Milutinovic, Manuel Lapuente, Enrique Meza, Javier Aguirre, Ricardo La Volpe, Hugo Sánchez, Sven- Goran Eriksson, José Manuel de la Torre, Miguel Herrera y Juan Carlos Osorio
Algunos de ellos como ‘Chepo’ no tienen equipo, otros han perdido recientemente su trabajo como Meza y Osorio, otros dirigen equipos muy modestos, Eriksson con Filipinas y Aguirre con Egipto.
La nueva esperanza
Se avecina una nueva etapa en la Selección, Gerardo Martino arribó a las filas del cuadro tricolor con la esperanza de un nuevo comienzo. Romper con el ciclo y reivindicar aquello que se extravió hace tiempo: la credibilidad en la dirección técnica.
En este caso, su palmarés lo respalda, el seleccionador argentino ha trabajado en clubes como Platense de Argentina, Libertad de Paraguay, Barcelona de España y Atlanta de Estados Unidos; así como en la Selección paraguaya y argentina.
Se trata de luchar contra una historia que parece ya haberse escrito, resistir durante el mayor tiempo posible y terminar afrontando la imposibilidad. El ciclo funesto parece perpetuarse en el cargo del director técnico.
Gerardo Martino intentará modificar su destino. El nuevo mandamás del tricolor buscará ponerle fin al drama popular que se representa en las canchas de futbol: la tragedia mexicana.