La llegada del ‘Marqués’
Ser el hemisferio izquierdo de Josep Guardiola durante la etapa exitosa del Barcelona le valió a Francesc "Tito" Vilanova ser el nuevo entrenador de los culés, un cargo que deslumbraría con luz propia dado el enorme conocimiento que posee de tan valiosa generación azulgrana.
Rocío Cepeda
Ser el hemisferio izquierdo de Josep Guardiola durante la etapa exitosa del Barcelona le valió a Francesc “Tito” Vilanova ser el nuevo entrenador de los culés, un cargo que deslumbraría con luz propia dado el enorme conocimiento que posee de tan valiosa generación azulgrana.
Alejado siempre de los reflectores, Tito posee una carrera completamente diferente a la de su amigo Pep. Siendo amigos desde los ochentas en La Masía, los caminos que tomarían tendrían rumbos contrastantes. Mientras Guardiola fue líder en el “Dream Team” de Johan Cruyff en su faceta de jugador, Vilanova no tuvo oportunidad de pasar pronto de las filiales del Barza.
Su camino en el banco técnico lo empezó en el Cadete B del Barcelona. Ahí tuvo en sus filas a jóvenes promesas, ahora estrellas mundiales, como Gerard Piqué, Cesc Fábregas o Lionel Messi. Él fue quien comenzó a dirigirlos antes que el mismo Pep.
Después pasó al FC Palafrugell, luego al Figueres, Terrasa FC y finalmente en 2007 al Barça B junto a Guardiola, hasta que el siguiente año ambos tomaron las riendas del primer equipo. Por dos cerebros hechos uno, conquistaron dos Copas de Europa, tres Ligas, una Copa del Rey, tres Supercopas de España, dos Supercopas de Europa y dos Mundiales de Clubes.
Para el mundo es una sorpresa que Tito Vilanova se haya quedado como timonel del Barza en un momento de amargura como el adiós de Guardiola y los fracasos en liga y Champions League. Pero la designación al mismo tiempo es una lógica que se cumple con los conocimientos que posee “El Marqués” –como lo apodaban de jugador- ya que no hay otra persona que sepa tanto del plantel actual como él y por ello le auguran mucho éxito.
El paso por México
Josep Guardiola fichó con Dorados de Sinaloa el 20 de diciembre de 2005, para disputar el torneo Clausura 2006 del futbol mexicano, esto por invitación de su amigo y director técnico Juan Manuel Lillo. En este lapso, el español jugó 10 partidos como titular, anotó un gol y dio tres asistencias. En mayo de 2006, volvió a su natal.
“Vine aquí porque quiero seguir en activo, espero jugar lo mejor posible, si no estuviera en condiciones de hacerlo no estaría aquí”, dijo Pep en sus primeras palabras como jugador de Dorados.