La Liguilla no los garantiza
La continuidad de un director técnico siempre se negocia con los éxitos de su equipo. Lo raro es que mientras América y Monterrey se preparan para disputar una de las series de Semifinal del Apertura 2014, sus puestos ya estarían en juego antes de que pase cualquier cosa.
Antonio Mohamed y Carlos Barra mantuvieron a sus equipos en los primeros lugares durante gran parte del torneo, pero en la parte final comenzaron a tener descalabros que les pone ahora en la cuerda floja.
Rocío Cepeda
La continuidad de un director técnico siempre se negocia con los éxitos de su equipo. Lo raro es que mientras América y Monterrey se preparan para disputar una de las series de Semifinal del Apertura 2014, sus puestos ya estarían en juego antes de que pase cualquier cosa.
Antonio Mohamed y Carlos Barra mantuvieron a sus equipos en los primeros lugares durante gran parte del torneo, pero en la parte final comenzaron a tener descalabros que les pone ahora en la cuerda floja.
Por raro que suene, “El Turco”, quien lidera al cuadro azulcrema en esta temporada de altas y bajas, es uno de los entrenadores con mayor frescura en la baraja de técnicos del futbol mexicano. Su calidad está comprobada, pero parece no llenar del todo las expectativas del Club América.
Carlos Barra, que para muchos sigue teniendo perfil de auxiliar técnico, formó parte del grupo de timoneles que durante la temporada regular superó el 50 por ciento de promedio en su efectividad laboral.
En el gusto del algunos, reemplazables para otros. Tal parece que ni la instancia a la que han llegado sus equipos no es por nada la garantía de continuar al frente de sus planteles en el próximo Clausura 2015.
Que si el América ya buscó a Gustavo Matosas, que si por esta razón el uruguayo renunció al León para enrolarse a una institución más grande. Que si su próximo puesto estelar le valió hasta para sacar su cuenta en Twitter.
Rumores van y vienen, lo cierto es que el bicampeonato conseguido con los Panzas Verdes es el mejor currículum para que Matosas tenga la posibilidad de ocupar el banquillo técnico en el equipo más famoso de México.
Porque aunque Mohamed tiene buenos números con las Águilas, el cierre de temporada y la forma de ganar los partidos es lo que al parecer no convence en esta institución acostumbrada a los reflectores.
Por su parte, Barra aceptó el reto inicial de ser interino junto a José Treviño cuando José Guadalupe Cruz hundió más al Monterrey en el Clausura 2014.
En el presente torneo le soltaron las riendas como único entrenador, pero la imagen de ser solo un momentáneo reemplazo todavía no se la puede quitar.
El futbol de estufa lo liga a un puesto distinto dentro de la institución, pero en el mismo plano deportivo. Su reemplazo saldría de un abanico de posibilidades como el propio Gustavo Matosas, Antonio Mohamed o hasta Ignacio Ambriz.
Habrá que esperar a ver los resultados deportivos de las Águilas y del Monterrey, pues un campeonato no le vendría nada mal a las vitrinas de sus clubes y de paso el reconocimiento y ratificación para los técnicos que lo lograron.
Sin ser propiamente una urgencia para sus clubes, ya que ninguno tiene problemas extremos como el descenso o falta de protagonismo, la decisión de sus cambios se deriva del poder adquisitivo de sus instituciones y con ello la urgencia de lograr la perfección en todas sus líneas.