El actual vicepresidente de los Jaguares de Jacksonville conoce la fórmula para vencer al poderío de los Patriotas.
Tom Coughlin se ha convertido en una especie de “kriptonita” para Bill Belichick y compañía, pues en su época de entrenador en jefe recetó derrotas dolorosas al equipo que hoy ha formado una época en la NFL y ha encumbrado a Tom Brady como el mariscal de campo más ganador de la historia.
Como head coach de equipos como Jaguares y Gigantes de Nueva York, Coughlin obtuvo una marca de 3-2 contra su homólogo Belichick en partidos de temporada regular.
Pero eso no fue lo mejor: Coughlin se dio el lujo de levantar dos trofeos “Vince Lombardi” ante Belichick y Brady, siendo los Super Bowls XLII y XLVI, correspondientes a las campañas 2007 y 2011, las únicas que ha perdido Patriotas en su actual era ganadora, evitando aún así más que se extendiera su dominio.
Inclusive, la marca de 0-2 en Playoffs contra Coughlin es el peor récord de Belichick ante un coach contrario. En la campaña 2007, Tom evitó que Patriotas se la llevara de manera perfecta.
En Gigantes estuvo de 2003 hasta la pasada temporada.
El dueño de la franquicia, Shad Khan, le dio a Coughlin carta libre en el pasado Draft. De esta manera logró llevar al novato Leonard Fournette (figura en el juego divisional ante Acereros), mientras que Cam Robinson, selección en segunda ronda, fue titular como tackle izquierdo en 15 partidos.
Todo lo anterior ha logrado una buena sinergia con el head coach Doug Marrone, quien confiesa tener una estrecha relación con el ganador de dos Súper Tazones.
FILOSOFÍA
Si bien Coughlin no estará comandando a los Jaguares desde el emparrillado, al menos ha logrado implementar su sello y filosofía a la franquicia de Florida, según analizaron para NFL.com, exjugadores dirigidos por el coach como Shaun O’Hara y David Carr.
O’Hara jugó siete temporadas para Tom en los Giants y formó parte del equipo que resultó campeón ante Nueva Inglaterra en 2008; mientras que el quarterback Carr también fue parte de la franquicia de Nueva York que derrotó a los Patriotas en el “Super Domingo” del 2012.
“Si Coughlin es entrenador en jefe o vicepresidente ejecutivo de operaciones, tiene su mano en todo. La mayoría de los entrenadores o ejecutivos sólo esperan que sus jugadores hagan su trabajo profesionalmente. Sin embargo, durante sus días como entrenador, Coughlin a menudo hablaba con jugadores individuales, mostrándoles debilidades en su juego y exigiendo la mayoría de ellos”, explicó Carr.
De acuerdo a O’Hara, Coughlin es un convencido que el aspecto físico es fundamental a la hora de planear trabajos ofensivos y defensivos y hasta compara a esta franquicia de Jacksonville con el Gigantes campeón de 2007.
“Hay muchas similitudes en el personal entre los Jaguares de este año y los Gigantes de 2007, que cosecharon los beneficios de Justin Tuck, Michael Strahan y Osi Umenyiora, entre otros. El éxito de los Jaguares 2017 se debe a la defensa. El juego físico de los equipos dirigidos por Coughlin es la razón por la que ha sido un entrenador tan consistente”, dijo al portal de la NFL.
CLAVE ‘ANTI PATRIOTA’
En ese sentido, David Carr indicó que el aspecto físico será determinante para el juego ante Patriotas, una característica que, desde su perspectiva, le ha dado grandes dividendos a Coughlin.
“Muchos temen entrenar duro a los jugadores. Sé que Belichick no tiene miedo de empujar al mejor mariscal de campo en la historia de la NFL, y así es exactamente Coughlin. Son iguales en ese sentido.
“Pero la falta de este tipo de liderazgo tenaz desde la cima es lo que elimina que el 80 por ciento de los equipos no puedan competir consistentemente con los Patriots de Belichick. Sé que Coughlin entrena más y exige más a los jugadores que al menos tres cuartos de los entrenadores de la NFL. Es por eso que los equipos de Coughlin han tenido éxito contra Belichick”, concluyó.