El deporte ha permitido que se vea a Corea del Sur y Corea del Norte desfilar juntos una ceremonia inaugural, o que dos naciones enemigas como Estados Unidos e Irán se estrecharan la mano y regalaran flores en símbolo de paz a través de un juego de futbol.
El Mundial de Rusia 2018 llega en un momento de tensión política internacional, con amenazas, demostraciones de poder armamentista y riesgo de guerras; sin embargo, la Copa de futbol puede servir para hermanar las diferentes ideologías y ayudar en los procesos de paz.
“Indudablemente el futbol va por encima de cualquier barrera ideológica, pues hermana las naciones por encima de culturas, idiomas y razas. Es la oportunidad de ver un mundo reunido en torno de un solo objetivo, como quisiéramos que fuera la unidad y la paz de los pueblos”, dijo el archimandrita Nektariy Haji Petropoulos, en entrevista para Reporte Índigo.
Por otra parte, el dirigente de un monasterio de la comunidad rusa en México explicó que quienes acudan a Rusia encontrarán un país que no tiene nada que ver con la versión occidental que se tiene.
“La gente que asista al Mundial se llevará una sorpresa al descubrir el mundo ruso; un país antiguo y moderno, lleno de arte y tradiciones, su organización y excelencia, dista mucho de la Rusia de la que se habla de este lado del mundo”.
Para conocer más sobre el país sede, en México existe una comunidad rusa importante, con miles de familias que profesan la fe ortodoxa; donde organizan fiestas religiosas y populares en las que muestran sus tradiciones. Se ubica en Río Danubio 42, colonia Juárez.
¡Inmensa, acogedora y alegre!
Así calificó a Rusia el entrenador de la selección local, Stanislav Cherchesov, quien en entrevista para el portal de la FIFA, aseguró que lo importante es llegar con el corazón abierto y tratar de comprender la nación.
