Han pasado 20 años de la última vez que hubo participación de un mexicano en un Super Bowl. Fue en la edición XXXIII cuando el tackle José Portilla, el único jugador nacional no pateador, disputó unos minutos en la derrota de los Halcones de Atlanta frente a los Broncos de Denver.
Desde entonces, sólo ha habido otro mexicano de nacimiento en la NFL, el guardia Víctor Leyva, quien estuvo una temporada con los Bengalíes de Cincinnati en 2002, pero no llegó siquiera a Playoffs.
En la historia de los Super Bowls ha habido mexicanos campeones. El último de ellos fue Raúl Allegre, quien con los Gigantes de Nueva York consiguió los anillos de las ediciones XXI, frente a los Broncos de Denver, encuentro en el que metió un gol de campo y cuatro de cinco puntos extra.
Su otro campeonato fue en el SB XXV, contra los Bills de Buffallo, el cual le tocó porque estuvo con el equipo tres partidos, pero no participó en el choque por el título por lesión.
El otro es Efrén Herrera, quien en el Super Bowl XII alcanzó la gloria con los Vaqueros de Dallas, al vencer a Denver. Esa vez, el mexicano consiguió tres puntos extra y dos de cinco intentos, los cuales son el récord para un pateador.
Quien no tuvo mucha suerte fue el pateador Rafael Septién, quien jugó para los Vaqueros de Dallas y perdió tres veces la oportunidad de ser campeón, contra Pittsburgh (XIII), Filadelfia (XV) y Washington (XVII).
De igual forma, Frank Corral, pateador de los Carneros de Los Angeles cayó ante los Acereros de Pittsburgh en el Super Bowl XIV.
