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“Vamos árbitro, no te diste cuenta, si le está punteando la pelota, va limpio al balón”, dice Miguel Herrera en medio de un partido de futbol. “Imbécil”, grita el loro grosero que adquirió en el sitio web Segunda Mano. Todo esto dentro del polémico comercial más conocido de un entrenador de Selección Nacional.
La explotación de la imagen de “El Piojo” es ahora una tendencia entre los socios comerciales de la Federación Mexicana de Futbol ahora que están enfocando sus campañas publicitarias relacionadas al Mundial de Brasil 2014.
Como pocas veces ha sucedido en la historia del Tricolor, un director técnico ha decidido tomar el rol de estrella en los anuncios de productos o promociones que tienen que ver con la copa del mundo. O como se pueda, crean la relación de la marca con la vida del polémico estratega para que surta efecto.
La falta figuras en buen nivel como lo fueron Javier Hernández, Oribe Peralta, o más atrás Cuauhtémoc Blanco o Francisco “Kikín” Fonseca, ha dejado un hueco en el sitio de imán publicitario; que sin problema ya ha llenado su timonel.
Con estilo propio para hablar, dinámica interesante con la prensa y de paso, un título en su carrera, colocan en este momento a Miguel Herrera como la estrella más rentable del equipo nacional rumbo a Brasil.
Hasta ahora, en la cuenta de anuncios comerciales del técnico con actual circulación están tres marcas. Uno es el sitio de Internet Segunda Mano, donde sale con el perico grosero durante un juego de futbol.
También está el banco Banamex con su promoción de 130 viajes dobles a Brasil; así como el antiácido Melox, el cual salva del dolor de estómago al entrenador mexicano que hace corajes, vive estresado y de paso come tacos callejeros después de un partido.
Aunque el nombre de Miguel Herrera está asociado con un éxito mercadológico por poseer una imagen rentable, su carisma y su postura como entrenador lo ponen en riesgo de una sobreexposición que bien le podría traer serios problemas en momentos apremiantes.
Previo al Mundial, algunas convocatorias de la Selección Mexicana han sido para dos motivos. Primero, para que el equipo entrene y se ajusten los mayores detalles en la cancha. Segundo, para que tanto el técnico como los jugadores estelares graben comerciales y cumplan con el plan comercial que la Federación Mexicana de Futbol vendió por unos tantos millones de dólares.
Para muchos, la designación de Miguel Herrera tuvo que ver más como una cuestión comercial que un aspecto meramente deportivo.
“Ay, Miguelito, Miguelito, eres tan ingenuo que crees que por capacidad estás en esa silla”, dijo Tomás Boy, exmundialista en México 1986, sobre la designación de su homólogo.
Las ganancias para la Femexfut, para los patrocinadores y para la proyección del propio Herrera suben como la espuma. Pero todavía no se juega el Mundial y el entrenador mexicano ya está en el banquillo de los acusados.
Con todo este tiempo dedicado a los patrocinadores, la imagen de “El Piojo” está llegando al borde del ridículo, porque no es una costumbre que el estratega nacional se preste para tantos anuncios.
Porque si México no consigue sus objetivos en el Mundial, esta sobreexposición será peligrosa para el técnico, con resultados negativos ante la opinión pública.
… Y sigue sin selección definida
Después de haber mencionado que Marco Fabián no estaba en los planes para ser seleccionado nacional en su gestión, Miguel Herrera cambió de opinión y ventiló la oportunidad que le brindará en el amistoso contra Estados Unidos en Phoenix.
Lo que se refleja con este llamado es la inseguridad que el entrenador tiene sobre su equipo nacional a menos de 84 días de disputarse la copa del mundo en Brasil 2014, donde se supone que México deberá aspirar a un quinto partido cuando menos.
No se tiene definido al arquero titular, la defensa y la delantera parecen ser lo más claro de todo, pero la media sigue estando en el limbo con tantos prospectos posibles y otros tantos que se ponen de moda.
Miguel Herrera espera tener el 80 por ciento del equipo definido después del juego del 2 de abril en Arizona, mientras tanto seguirá pensando, lanzando nombres y contemplando aspirantes a un lugar de una ambigua selección nacional que no ve claro su destino.
