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La cruz de Matosas

Después de una semana para llorar y repleta de goles en contra, era normal pensar en la posible salida de Gustavo Matosas de la dirección técnica en el Club América. 

El técnico sintió vergüenza y puso su continuidad sobre la mesa de los jefes en Coapa, sin embargo aunque recibió el espaldarazo de la directiva, parece que todo se pondrá más denso de ahora en adelante.

"Me parece que un acto de reconocimiento es poner mi cargo a disposición de la directiva. El fin de semana charlamos mucho"
Gustavo MatosasD.T. del América
"No podemos hablar de fracaso ni de crisis si estamos vivos en la Liga,  y en la Concachampions falta el juego de Vuelta"
Ricardo PeláezDirectivo Club América

Después de una semana para llorar y repleta de goles en contra, era normal pensar en la posible salida de Gustavo Matosas de la dirección técnica en el Club América. 

El técnico sintió vergüenza y puso su continuidad sobre la mesa de los jefes en Coapa, sin embargo aunque recibió el espaldarazo de la directiva, parece que todo se pondrá más denso de ahora en adelante.

A raíz de los pésimos resultados obtenidos tanto en la fase de semifinales de Concacaf Liga Campeones donde fueron humillados 3-0 por el Herediano de Costa Rica, así como la apabullante derrota de 4-0 contra Veracruz, la tensión creció en el nido por la responsabilidad que tiene el uruguayo.

Desde el domingo por la noche, distintos medios de comunicación especularon sobre la renuncia de Matosas y una charla en privado que sostuvo con Ricardo Peláez, presidente del club, rumorándose fuertemente que saldría de la institución sí o sí.

En efecto, pasó eso. El charrúa puso su continuidad en manos de los directivos. “Me parece que un acto de reconocimiento es poner mi cargo a disposición de la directiva. El fin de semana charlamos mucho”, confesó Matosas la mañana del lunes.

Pero según Peláez, en América no toman decisiones en caliente y por eso determinaron que su técnico debía recibir el espaldarazo pese a las dos escandalosas derrotas. 

Puede hundirse más

El apoyo que recibió Gustavo Matosas ante la prensa este lunes fue un punto positivo a favor del equipo. El respaldo que Ricardo Peláez dio públicamente para el uruguayo permite una semana de trabajo más relajado, aunque todo podría cambiar en cuanto lleguen otros malos resultados.

Por ejemplo, el siguiente partido de Liga es el Clásico Joven contra Cruz Azul, el cual  se celebrará en el Estadio Azteca.

Después de la Final perdida en el Clausura 2013, la Máquina Cementera despertó su ambición y se ha aferrado a pasarle por encima a los azulcrema.

Tanto ha sido el trauma que los celestes se han agenciado las últimas tres ediciones del citado clásico, por lo que una victoria más decretaría que los Cementeros les han tomado la medida.

Y si las cosas no pintan nada bien, en la Jornada 15 podrían ponerse peor, ya que todavía les falta disputar el clásico más importante de todos: el Nacional, contra Chivas.

Justo ahora que el Rebaño Sagrado vive el mejor momento de sus últimos tres años, pese a que están atravesando la presión de un posible descenso.

Chivas camina en tercer lugar y parece frotarse las manos para amarrar su salvación y de paso su clasificación a la Liguilla, por lo que usar a las Águilas como escalón sería una de sus mayores victorias, sino es que la mayor, en la temporada.

“No podemos hablar de fracaso, ni de crisis si estamos vivos en la Liga, y en la Concachampions falta el juego de vuelta y faltan muchos partidos de Liga.

“Vamos a platicar y a sacar buen ambiente y que los jugadores se comprometan, tenemos con qué salir adelante”, dijo Peláez al respaldar la continuidad de Matosas.

Con el peso de la presión

Cinco triunfos en once partidos de la Liga MX y las Águilas se sienten tranquilas porque han cosechado 18 de 33 puntos posibles. El destino del equipo está bajo el juicio y las miradas de todo el futbol mexicano, pero la cosa puede ponerse peor.

Si bien esta semana será de receso en la Liga MX por la fecha FIFA y que ésta servirá para cerrar filas en el equipo para refrescar el ambiente que se puso denso por los resultados, hay cosas que serían imperdonables para el técnico uruguayo en este momento de “renovación”.

“Esta Fecha FIFA nos viene muy bien para recuperarnos en lo anímico y a los lesionados”, dijo Peláez en la conferencia de ayer, pero habrá cosas que quedarán pendientes con el mismo sentimiento en contra.

Se trata del juego de vuelta de Concachampions contra Herediano en el mes de abril, el cual será clave para saber si lo que pasó la semana pasada fue fortuito o realmente les tocará recetarse la eliminación de un certamen donde México es el fuerte.

Si dicen adiós, sería el primer fracaso marca Matosas.

¿Debieron tomarle la palabra?

Decir: “tengo vergüenza y me hago a un costado”, no es nada raro en la forma de ser de Gustavo Matosas como director técnico del futbol.

Ciertamente, ésta es la segunda vez que por una mala racha o un mal momento dentro de un equipo se siente con el agua al cuello y decide poner su continuidad en manos de su directiva.

En septiembre de 2014, cuando dirigía a los Panzas Verdes del León, el uruguayo también quiso dejar su trabajo a juicio de sus jefes, pero como hoy le sucedió en América, nadie le dio la espalda.

Presentó su renuncia pero Jesús Martínez Jr. no se la aceptó. Siguió en el cargo y en esa temporada no clasificó.

El problema es que ahora que seguirá en América, tiene el doble reto de hacer funcionar al equipo y que obviamente sea en la manera en que él entrena. De no ser así, su cabeza sí estaría en juego.

“Tengo una idea de juego que me trajo al América. No cambiaré nada, me voy a morir con esa manera, no tengo pensado en cambiarla en 10 o 15 años”, aseguró Matosas sobre el tema.

Solo el tiempo será el que desvele la verdad. De si América debió tomarle la palabra a Matosas en el momento en que sintió que no podía con el paquete o si este “borrón y cuenta nueva” puede servir de algo para que reaccione todo el plantel y consigan pronto los objetivos.

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