En 2016, cuando Lionel Messi perdía su cuarta Final con Argentina, en la Copa América ante Chile, aseguró: “Se terminó la selección para mí”. Sus palabras estremecieron al futbol ante su evidente frustración, pero “La Pulga” reculó, resistió críticas y seis años después, cumplió su máximo sueño: ganar un Mundial, el único título importante que le hacía falta en sus vitrinas.
“Se hizo desear, pero acá llegó. Mirá lo que es esta Copa, es hermosa. Es una locura que se haya dado de esta manera. Lo deseaba muchísimo. Sabía que Dios me lo iba a regalar, presentía que iba a ser esta. Sufrimos un montón, pero lo conseguimos”
Un nuevo “10” albiceleste apareció en la Copa del Mundo, cargando a su equipo desde el primer momento y alzando la voz cuando perdieron el primer partido ante Arabia Saudita. A cada uno de los argentinos les pidió calma y que confiaran.
Desde ese momento, comenzó el ascenso del equipo sudamericano hasta encontrarse con Francia en la disputa por el campeonato de Qatar 2022. En el primer tiempo, Argentina vivió un sueño al irse arriba en el marcador por 2-0, tras un penalti dudoso (otro más) que convirtió Messi al 23’ y, posteriormente, Ángel Di María concretó una jugada colectiva al 36’.
No obstante, a 10 minutos del Final, el “cuento de hadas” se convirtió en pesadilla gracias a Kylian Mbappé, quien acercó a “Les Bleus” desde el manchón de penalti y luego, con una volea, empató el encuentro para mandar el juego a tiempo extra.
Francia no aprovechó el momento anímico y el partido se fue a la prórroga. Ahí, Messi apareció otra vez para rematar ante un rechace del arquero Hugo Lloris, al minuto 108. Cuando la algarabía era máxima, de nuevo Mbappé se hizo presente para lograr un “hat-trick”, a través de otro tiro desde los 12 pasos y empatar 3-3 el juego, al 118’, y definir la Copa del Mundo en penaltis.
Sin embargo, la suerte acompañaría a Argentina y otro héroe aparecería: el portero Emiliano Martínez, quien detuvo el disparo de Kingsley Coman y luego Aurélien Tchouaméni mandó su tiro fuera del arco. Tras ambos fallos, la albiceleste tenía la gloria en los botines de Gonzalo Montiel, quien cobró de forma magistral para ganar el partido por 4-2.
Así, con drama y un final increíble, los sudamericanos terminaban su sequía en la Copa del Mundo, tras su hasta entonces último campeonato conseguido en México 1986.
“Nacimos para sufrir, vamos a sufrir toda la vida, pero esto no me lo voy a olvidar más”, dijo el volante Rodrigo de Paul. “Para ser campeones había que ganarle al último campeón y lo hicimos”
“Fue un partido sufrido, lo teníamos controlado y luego con dos tiros nos empataron, pero el destino era sufrir. Después en los penaltis vino lo mío, lo que soñé, se lo debía a mis compañeros. No tengo palabras. Se lo dedico a mi familia, a mis nenes. Salí de un lugar humilde, me fui de chico a Inglaterra, se los quiero dedicar a ellos”, comentó “Dibu”, arquero argentino.
La albiceleste conquistó de esta manera su tercer título del mundo. En Argentina 1978, la estrella fue Mario Kempes, en México 1968 se consagró Diego Armando Maradona y ahora en Qatar 2022, Lionel Messi, quien se ha vuelto eterno al llevar la bandera de su país al nivel más alto.
También, no es un secreto que el “10” estaba viviendo su última Copa del Mundo, pues en varias ocasiones lo había expresado y tras levantar el título lo dejó en claro. De tal manera que era “ahora o nunca” para Lionel, que ya suma 42 títulos en sus vitrinas.
“Quería terminar mi camino así. No hay nada más después de esto. Ganamos la Copa América (en 2021) y había luchado por el Mundial y llegó al fin. Ya no me quedan muchos años en esto, pero quiero vivir algunos partidos más como Campeón del Mundo con mi selección”, comentó la leyenda del futbol argentino, que se convirtió en el jugador con más juegos en los Mundiales, con 26.
Scaloni, también entre los grandes de Argentina
Tres directores técnicos han llevado a Argentina a la gloria y ahora Lionel Scaloni está en la misma terna que César Luis Menotti (1978) y Carlos Bilardo (1986). No obstante, el líder de la “Scaloneta” ha dicho que no cree estar en el mismo pedestal y elogió el trabajo de sus dirigidos.
“La labor del entrenador es seguir mejorando, ver por qué no cerramos el partido. Y ver qué se puede mejorar. Estos jugadores juegan para la gente, acá no hay ego, no hay individualidades, todo tiran para el mismo lado. No hay orgullo más grande que jugar para tu país. Estos chicos se brindaron al máximo”, finalizó el director técnico.
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