La agencia de representación deportiva de Bad Bunny fue declarada en desacato el miércoles por una jueza federal, que le ordenó retirarse de una nueva querella de arbitraje presentada contra el sindicato de peloteros de las Grandes Ligas.
La jueza de distrito Camille L. Vélez-Rivé también ordenó a Rimas Sports cubrir los gastos legales y gastos incurridos por el gremio de jugadores por tener que obligar a la compañía cumplir con la orden que Vélez-Rivé impartió el 15 de agosto.
“El desacato de Rimas Sports es evidente, y el tribunal determina que las sanciones correctivas son apropiadas”, escribió Vélez-Rivé en una orden de seis páginas.
El sindicato de peloteros sancionó a tres agentes de Rimas, William Arroyo, Noah Assad y Jonathan Miranda, el 10 de abril, con una multa de 400.000 dólares por mala conducta.
El problema
Arroyo era un agente certificado por el gremio para representar a peloteros y ejercía la función con Álvarez y el dominicano Ronny Mauricio, otro jugador de los Mets. Arroyo perdió la certificación y los otros dos no podrán aplicar para la certificación.
La jueza de arbitraje Ruth M. Moscovitch tiene previsto tramitar una apelación presentada por Arroyo bajo la normativa del gremio.
Rimas Sports, bajo su nombre corporativo Diamond Sports LLC, demandó a mediados de mayo en procura de una orden de restricción contra el sindicato para poder seguir representando a los clientes de la compañía.
Después Vélez-Rivé acogió un recurso del sindicato para que el arbitraje fuera bajo las regulaciones del gremio, Rimas Sports presentó una querella ante la Asociación Estadounidense de Arbitraje.
Rimas no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.