Bien dicen que de los errores se aprende, y aunque Josué López Burgos está considerado como uno de los prospectos favoritos para llegar a la Canadian Football League (CFL) la próxima temporada, el originario de Chihuahua tuvo que equivocarse más de una vez para encontrar la jugada al éxito dentro del emparrillado como profesional, ya que antes de ser jugador de los Fundidores de Monterrey, tuvo la oportunidad de mostrarse en los Borregos del Tec.
Sin embargo, cuando recibió esa oportunidad, Josué no tenía la madurez necesaria para pensar en un futuro en este deporte y el exceso de confianza ocasionó que fuera expulsado del equipo al poco tiempo de llegar.
“Si yo no le presté tanta atención al americano cuando era más joven fue porque me confié demasiado, confiaba de que era alto y tenía el peso, sentía que con eso ya la hacía, pero cuando llego a Monterrey me doy cuenta que todos los que están en el equipo eran igual que yo, lo que hacía la diferencia era la disciplina y yo no la tenía.
“Cuando estaba allá, en Monterrey, desperdicié mucho tiempo, sólo iba a entrenar dos horas y ya el demás tiempo me iba a mi casa, me ponía a jugar otra cosa, literal era un niño que no tenía esa mentalidad de querer ir por más, siempre sentí que las cosas me iban a llegar solitas, y no era así, ahora sé que tengo que ir por lo que yo quiero y así va ser”, comenta el jugador para Reporte Índigo, vía telefónica.
Con el primer ‘Down’ jugado, mismo que no aprovechó en un equipo que ha tenido éxito en ONEFA, Josué regresó a Chihuahua para seguir con su vida y dejar de practicar este deporte, hasta que el entonces entrenador, Carlos Altamirano Chávez, de Águilas UACH le habló para darle otra oportunidad.
“Una vez que entendí mis errores, recibo la llamada del coach Altamirano y me dice que me invita a jugar ahí en la UACH, y acepté, después de que regresaba a Chihuahua para dejar al americano , me motivó que alguien confiara en mí nuevamente, y fue eso lo que provocó que yo siguiera en este deporte”, explica.
Motivación reforzada
Con una nueva oportunidad que defender en el terreno de juego, López Burgos finalizó sus años en Liga Mayor para después tener una revancha en Monterrey, donde hasta el momento se ha convertido en pieza clave en la defensiva para Fundidores con su talento.
Ese desempeño ha catapultado a Josué como un ejemplo local en Chihuahua, donde a pesar de que lleva una corta carrera como profesional, ya es un ejemplo a seguir para las nuevas generaciones de jugadores.
“Claro que tengo una presión muy grande con esta oportunidad que se me está brindando de llegar a CFL, porque en Chihuahua apenas está creciendo el futbol americano cuando era niño este deporte no era conocido, y ahorita muchos niños ya buscan practicar este deporte y toman a uno que está en una liga profesional como referente, eso se siente padre entonces me gustaría seguir llevando esa alegría a mi tierra.
“La verdad es que me arrepiento de no haberme dedicado al americano como se debe desde niño, por eso es mi propósito demostrar que si los niños de Chihuahua quieren llegar a una liga grande, se puede, porque hay mucho talento aquí aunque muchos piensen lo contrario”, dice.
Burgos considera que pese a que no ha tenido mucho acercamiento con la CFL, la preparación será clave para este año, ya que la pandemia del Covid-19 que mantiene a todos en cuarentena a nivel mundial, complicará la selección para ellos, por lo que él no deja de entrenar para sorprender el día que se las actividades se reanuden.
“Considero que los equipos en Canadá han quedado sorprendidos por las ganas que tenemos, porque el mexicano es de ganas y de mucho trabajo, y aunque esto de la cuarentena nos tiene detenidos no dejo de entrenar, busco la manera de adaptar mi entrenamiento para no perder el ritmo porque tengo claro a dónde quiero llegar”, concreta.