Cuando Gianni Infantino le entregó la medalla de campeón de la Copa Oro al técnico mexicano Jaime Lozano, el presidente de la FIFA le dijo que su Mundial sería el de 2026 en casa. Podría terminar siendo así, si es que los directivos lo avalan.
El “Jimmy”, quien tomó al equipo cuatro días antes del inicio del torneo de la Concacaf en relevo del argentino Diego Cocca, terminó el contrato que lo ligaba a la selección luego de vencer 1-0 a Panamá en la Final, y ahora esperará para saber si hizo méritos suficientes para ser considerado para el puesto permanente.
Con mucha humildad reconocemos los errores, aprendemos y nos levantamos. Para nadie ha sido fácil.
Que de la mano de estos 23 GUERREROS (más los que se sumen), inicie una Nueva Era. #MéxicoDeOro pic.twitter.com/8O9Jbde4QQ
— Selección Nacional (@miseleccionmx) July 17, 2023
“Creo que Infantino no sabía que aquí acababa mi contrato y pensó que estaba para lo que resta”, dijo Lozano. “Creo que con estos resultados te abres oportunidades y ojalá sea así. No me corresponde la decisión, pero es un sueño dirigir en un Mundial y más en uno donde vamos a ser locales”, admitió Lozano.
Recién el viernes pasado, el presidente ejecutivo de la Federación Mexicana de Futbol, Ivar Sisniega, advirtió que los buenos resultados del equipo con Lozano no le garantizaban la continuidad. Dijo que acabando el torneo, iniciarían un proceso para elegir a un nuevo seleccionador y que darían detalles más claros más adelante.
“Yo firmé contrato para la Copa Oro y a partir de ya estoy libre. Los mexicanos no creemos en los procesos. Aún habiendo perdido la Final, se deberían valorar otras cosas, no sólo el resultado”, agregó Lozano abogando por su causa. “Si confiamos en los procesos, los resultados van a ser inmensamente mejores”.
‘Si me toca seguir, tendremos éxito’
Aunque tuvo pocos días para trabajar, Lozano tenía a favor que una decena de los seleccionados habían trabajado con él en los Juegos Olímpicos de Tokio hace un par de años con México, donde se llevaron la medalla de bronce. Entre esos estaban el capitán y arquero Guillermo Ochoa, además del volante Luis Romo y el delantero Henry Martín, los refuerzos mayores de 23 años.
Además de esos 10 jugadores, Lozano había trabajado con Edson Álvarez y Santiago Giménez en otros torneos previos a Tokio, aunque ninguno de ellos fue citado para ese torneo.
“Para mí fue sencillo porque veníamos de unos Olímpicos donde nos fue muy bien y el grueso del grupo confiaba en nosotros porque habíamos tenido un éxito. Si me toca ahora seguir a mí o me toca más adelante, sé que pasará lo mismo”, dijo Lozano.
El comisionado de la Federación Mexicana, Juan Carlos Rodríguez, dijo antes del torneo que una de las propuestas era fichar a un entrenador más experimentado y pedirle a Lozano que se integre como parte de su cuerpo técnico.
Lozano ha dicho en las últimas semanas que estaría abierto a la posibilidad, aunque preferiría encabezar su propio proyecto.
“Jaime siempre ha estado listo, lo que necesita la selección es continuidad para poder construir”, dijo Ochoa, quien está en su sexto proceso para un Mundial. “El estar destruyendo todo a cada rato, no deja comenzar nada”.