De un año a otro la cara de los Jaguares de Jacksonville cambió drásticamente y en 2018 no fueron ni la sombra del equipo que una temporada antes estuvo a punto de dejar fuera del Super Bowl a los Patriotas de Nueva Inglaterra.
Pese a que en estos últimos dos años los ‘Jags’ se han afianzado entre las mejores defensivas, el ataque hasido su punto flaco; sin embargo, para esta campaña se desprendieron del quarterback Blake Bortles, para darle cabida a Nick Foles, campeón hace dos Super Bowls con Filadelfia.
Con Calais Campbell como su estandarte defensivo, el equipo de la Florida confía seguir entre la elite en este departamento, y enfocar el trabajo con la ofensiva, comandada por Foles, quien deberá respaldar al corredor Leonard Fournette y al receptor Dede Westbrook, que son los hombres de experiencia en el club, mientras el estelar Marqise Lee se recupera de una lesión que lo tuvo fuera todo el 2018.
De los 100 años de la NFL, los Jaguares han estado en el 75 por ciento de ellas, pero es de los equipos que no han jugado un Super Bowl a pesar de haber estado cerca en tres ocasiones que perdieron en Finales de Conferencia.
En los inicios, el zurdo Mark Brunell los guió en cuatro ocasiones seguidas a Playoffs, pero tras su retiro, varios mariscales han desfilado, Byron Leftwich, David Garrard, Blaine Gabbert, Chad Henne y Blake Bortles, pero ninguno logró establecerse.
Un factor que jugó en contra de Jaguares de Jacksonville el año pasado fueron las lesiones, si los jugadores clave logran mantenerse sanos podrían ser competitivos.