Israel jugará como local en Hungría rumbo a la Euro 2024

La selección varonil peleará por llegar al torneo en un estadio ubicado a un costado de la finca vacacional del polémico primer ministro Viktor Orbán
Francisco Sánchez Francisco Sánchez Publicado el
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Incluso antes de los ataques del mes pasado de Hamás en Israel, el líder de Hungría había promovido a su país como el más seguro en Europa para los israelíes.

Ahora, la selección varonil de futbol le está tomando la palabra y va rumbo a un pequeño pueblo húngaro mientras se prepara para jugar sus últimos partidos clasificatorios rumbo a la Eurocopa 2024.

Con los temores de actos antisemitas aumentando en toda Europa, la preocupación por la seguridad de los jugadores es una prioridad.

Ante ello, estarán en un estadio opulento que se cree que es el proyecto favorito de un conocido fanático del futbol: el propio primer ministro húngaro Viktor Orbán.

Israel recibirá partidos como “local” contra Suiza, el próximo miércoles, y Rumania, tres días después en su búsqueda por un lugar en el torneo de futbol continental, que sería su primera vez desde que se unió a UEFA, la Confederación Europea, en 1994.

La decisión de llevar los partidos a Felcsut, un pueblo con cerca de mil 900 personas en la que Orbán pasó gran parte de su infancia, refleja la estrecha relación que el líder de derecha ha cultivado con Israel y sus profundas afinidades políticas con el primer ministro Benjamin Netanyahu.

Estrecha relación entre Orbán y Netanyahu

Aliados desde hace mucho tiempo y compañeros practicantes de la gobernanza “iliberal” (término acuñado por Orbán que denota el rechazo a los principios de la democracia liberal) los dos líderes comparten un enfoque similar de la política populista.

Y con Netanyahu al frente del gobierno más derechista de la historia de Israel, los paralelos nunca han sido tan fuertes.

Los partidos se disputarán en el Pancho Arena, un estadio con capacidad para tres mil 500 espectadores inaugurado en 2014 y que está a pocos pasos de la finca vacacional de Orbán.

El estadio, con una capacidad casi dos veces mayor que la población de Felcsut, ha sido objeto de controversia desde su inauguración. El primer ministro ha sido acusado de canalizar dinero público a través de un plan de impuestos corporativos hacia un club de futbol que fundó ahí.

Orbán ha instituido una política de “tolerancia cero” contra el antisemitismo, lo que llevó a Netanyahu a referirse a él como “un verdadero amigo de Israel”.

 

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