Futbol… ¿sin cheve?

La propuesta de prohibir las bebidas alcohólicas en recintos deportivos de la Ciudad de México, sentaría un precedente, principalmente, en el futbol.

Sería el primer paso para las autoridades gubernamentales por erradicar, en mayor medida, el fenómeno de la violencia, latente en las últimas semanas a la Liga MX.

Pero también representaría un golpe a quienes degustan de una “cheve” o “chela” mientras disfrutan de un partido.

Además, nuestro país se uniría a otros como España, Argentina, Colombia o Brasil donde está prohibida la venta en espectáculos del balompié.

“Con esta medida, estaremos abonando en favor del combate a las adicciones, porque el deporte, es sinónimo de salud; de tal manera que el que se vendan bebidas alcohólicas en un espacio dedicado al deporte, se contradice con la lucha que se realiza para tener una sociedad libre de vicios”, explica la iniciativa de reforma a la Ley para Prevenir la Violencia en los Espectáculos Deportivos en la Ciudad de México, propuesta por la diputada del PRI, Jany Robles, a la Asamblea Legislativa de la capital.

Como precaución adicional, también se implementarían filtros antialcohol para prohibir el ingreso de personas en estado de ebriedad a cualquier recinto deportivo.

“En muchas ocasiones ha ocurrido que los aficionados llegan al recinto deportivo horas antes del inicio del evento y esto provoca el exceso en el consumo de bebidas alcohólicas, lo cual se hace patente durante y después del espectáculo, que puede provocar en algunas ocasiones riñas o agresiones”, justifica la propuesta.

Tan sólo el domingo pasado, durante el clásico capitalino entre Pumas y América en Ciudad Universitaria, un aficionado al cuadro felino lanzó un vaso con cerveza al terreno de juego que golpeó al jugador Cecilio Domínguez, mientras que hinchas del equipo del Pedregal agredieron a reporteros en las inmediaciones del estadio.

Un golpe a patrocinadores

La cerveza es un negocio redondo para los clubes y estadios del futbol mexicano.

Según cifras de El Economista, la “cheve” genera más de 400 millones de pesos en ganancias en todos los inmuebles del futbol mexicano.

De aprobarse la reforma, representaría un golpe a los bolsillos de empresas como Grupo Modelo y Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma, cuyos productos se venden en los estadios Azteca, Olímpico Universitario y Azul.

Previo al Mundial de Brasil 2014, la FIFA y el gobierno del país amazónico entraron en una disputa porque la cerveza estaba prohibida por la legislación brasileña en los estadios desde el 2003.

“Las bebidas alcohólicas son parte de la Copa del Mundo de la FIFA, así que las tendremos. Disculpen que parezca un poco arrogante pero es algo que no vamos a negociar”, declaró Jerome Valcke, entonces secretario de la FIFA, por lo que el gobierno brasileño dio su brazo a torcer ante el Mundial y el negocio en puerta.

Ya en la justa, algunos brotes de violencia se hicieron presentes, lo que llevó a la FIFA a estudiar la posibilidad de restringir la venta en partidos de alto riesgo en Copa del Mundo.

“Quedé impresionado con la cantidad de personas bebidas. Tal vez algunas personas estaban bebidas y, cuando se bebe mucho alcohol, el nivel de violencia puede aumentar”, reculó Valcke durante la justa.

¿Sirve la medida?

En países como Colombia o Argentina, la prohibición de alcohol durante los partidos de futbol lleva décadas, pero esto no ha frenado los hechos violentos entre aficionados radicales.

Antes de ir a la cancha a “alentar” a su equipo, las barras bravas sudamericanas suelen consumir cerveza acompañado de un tradicional “asado”, sin necesidad de continuar bebiendo durante el partido.

Esto no ha evitado que en juegos donde la rivalidad está presente se susciten batallas campales en las gradas, en donde la prohibición del alcohol en el espectáculo sirvió de poco.

Por ello, el gobierno ha replanteado otras medidas como la ausencia de hinchas visitantes, principalmente en Argentina, un veto que continúa vigente y que data desde hace casi cuatro años.