Inglaterra está en Qatar con un objetivo a la vista: han pasado nueve años desde que el presidente de la federación inglesa, Greg Dyke, le fijó a la selección el audaz objetivo de ganar el Mundial 2022.
Si bien esa exigencia no luce tan extravagante como en el pasado, los problemas que Dyke dijo habían frenado a Inglaterra durante casi 50 años, desde su único título en 1966, siguen vigentes de cara al debut por el Grupo B este martes ante Irán en el primer juego de la cartelera.
Y éste es que la Liga Premier esté inundada de talentos internacionales. En 2013, Dyke lo describió como una “tendencia aterradora” y advirtió que “el futbol inglés necesita dar un giro”.
Final prep in Al Wakrah. ✅ pic.twitter.com/yKtAtQWpZw
— England (@England) November 20, 2022
“El problema es serio, muy serio”, dijo en un discurso que ha demostrado ser correcto, sobre todo porque hasta ahora Inglaterra ha cumplido o superado sus objetivos a pesar de las preocupaciones actuales que aún no se han abordado por completo.
Los objetivos cumplidos incluyen las Semifinales de la última Eurocopa, instancia en la que Inglaterra perdió ante Italia por penaltis.
En el último Mundial de Rusia, Southgate lideró a su equipo a las Semifinales, adelantándose al calendario de Dyke.
Ahora, debutan ante un equipo de Irán que asiste a la Copa del Mundo en medio de manifestaciones en su país, en reclamo por los derechos de las mujeres tras la muerte de Mahsa Amini que fue detenida por la policía moral por el supuesto incumplimiento del estricto código islámico de vestimenta para las mujeres.
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Holanda tendrá dos deberes al debutar este lunes en la Copa Mundial contra un Senegal que deberá voltear pronto la página tras perder al delantero Sadio Mané.
El primero es estrictamente futbolero: confirmar que es aspirante al título en Qatar, a la par de Brasil, el campeón defensor Francia y Argentina. Los neerlandeses se presentan con cierto sigilo tras el fiasco de perderse el Mundial de Rusia hace cuatro años, pero ahora se encuentran entre los mejores de Europa.
El segundo propósito de los neerlandeses en el estadio Al Thumama en Doha gira en torno a la catarata de críticas al anfitrión Qatar por su historial en materia de derechos humanos y leyes draconianas.
La federación neerlandesa lidera la campaña “One Love” contra la discriminación y se prevé que su capitán Virgil van Dijk lucirá un brazalete con un corazón multicolor, desafiando la directriz de la FIFA de mantener la política al margen del Mundial.
Los brazaletes “One Love” son una expresión de repudio a las leyes de Qatar que penalizan la homosexualidad. Los capitanes de Inglaterra y Gales también harán caso omiso de las órdenes de la FIFA y los lucirán en sus debuts el lunes.