Chapecoense es homenajeado en el Atanasio Girardot, estadio donde hoy jugarían la final de la Sudamericana

Chapecoense, el equipo que el lunes pasado fue víctima de una de las tragedias más impactantes en el mundo del deporte, fue homenajeado este miércoles por jugadores y fanáticos del Atlético Nacional en el estado Atanasio Giradot, lugar donde este día diputaría la Final de ida de la Copa Sudamericana.

“De corazón, muchísimas gracias (...)Hay un rayo de esperanza cuando todos nosotros tratamos de entender lo que es imposible de entender”

José Serraministro de relaciones exteriores de Brasil

Chapecoense, el equipo que el lunes pasado fue víctima de una de las tragedias más impactantes en el mundo del deporte, fue homenajeado este miércoles por jugadores y fanáticos del Atlético Nacional en el estado Atanasio Giradot, lugar donde este día diputaría la Final de ida de la Copa Sudamericana.

Al rededor de 100 mil personas acudieron a rendir homenaje a los jugadores brasileños que perdieron la vida. Más de 50 mil personas lograron entrar al estadio, mientras que miles se quedaron en el exterior realizando cánticos en honor a la víctimas.

De corazón, muchísimas gracias (…)Hay un rayo de esperanza cuando todos nosotros tratamos de entender lo que es imposible de entender”, dijo el ministro de relaciones exteriores de Brasil, José Serra, quien no pudo contener el llanto ante el apoyo de los colombianos.

Dentro del estadio una banda militar interpretó piezas de música fúnebre, mientras que los hinchas del Atlético Nacional no dejaban de entonar los clásicos cánticos sudamericanos que esta vez tenían un tono melancólico.

Vamos, vamos chape. Vamos, Vamos, chape”, entonaron al unisono los miles de asistentes vestidos de blanco, quienes lloraron y mostraron su solidaridad con las familias de las víctimas, el fútbol brasileño y en general el pueblo de brasil.

Sobre el estadio volaron algunos de los helicópteros que ayudaron al rescate de los cuerpos la madrugada del martes y al lugar asistieron algunos de los rescatistas y voluntarios que participaron en las labores. 

En el centro del campo se colocaron coronas fúnebres, mientras un gran número de fanáticos portaban ramos de flores blancas y algunas veladoras para dar el último adiós al equipo que hizo lo imposible para llegar al final de la Sudamericana. 

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