La batalla de ‘b-girls’ entre la neerlandesa India y Selash, una afgana del equipo de refugiados que se instaló en Madrid para huir de los talibanes, pasó a la historia de deporte en París 2024.
El breaking, el baile urbano nacido en los barrios neoyorquinos tuvo su debut en los Juegos Olímpicos con la ‘bendición’ de Snoop Dogg, quien dio el banderazo de salida al torneo.
Breaking is finally coming to Paris!⁰The b-girls gather today at the Place de la Concorde to turn up the heat for the Olympics 🔥
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Le Breaking débarque enfin à Paris !⁰Les b-girls se réunissent aujourd’hui à la Place de la Concorde pour faire monter d’un cran l’ambiance des… pic.twitter.com/AqJoX6mz3h— Paris 2024 (@Paris2024) August 9, 2024
Incluido en el programa de nuevas disciplinas olímpicas, esta disciplina, que mezcla estilos musicales como el breakbeat, funk, rap y soul, se estrenó en la explanada de La Concordia, a unos metros del Obelisco de Lúxor, con vistas a la Torre Eiffel y al Arco del Triunfo.
Sin duda, esta escenografía contrasta con el nacimiento del breaking en la barriada neoyorquina de South Bronx de la mano de las empobrecidas poblaciones de afroamericanas y latinas que vieron en este estilo una manera de expresarse y de competir entre ellas.
Tras las históricas fases clasificatorias de la categoría femenina, las Finales designarán a las primeras medallistas de la historia de esta disciplina, que requiere un intenso trabajo cardiovascular, muscular y de coordinación.
Entre la expectación y la crítica
Poco antes del inicio del torneo, cientos de personas curioseaban la zona de entrenamiento de los ‘breakers’. Dos adolescentes parisinos apostados en una de las vallas admiraban las espectaculares contorsiones y saltos imposibles de los deportistas.
“Es la segunda vez que veré una competición, ella será la primera”, contó a la agencia EFE un adolescente parisino, acompañado por una amiga. Ella, peinado a lo afro, explica que aprecia “la música y la técnica” del ‘breaking’.
La apuesta de París 2024 por incluirlo en el programa olímpico ha generado algunas críticas por quienes no lo ven como una práctica deportiva. El público asistente, sin embargo, destaca “la actitud, la fuerza y la energía” que despliegan las ‘b-girls’ (chicas) y los ‘b-boys’ (chicos).
Bajo la música de un DJ y acompañado por un Maestro de Ceremonia (MC), el formato competitivo funciona con un breaker que baila echándose al suelo y el adversario le responde con movimientos similares (sabiendo que la “lucha” también puede ser entre equipos).
Los jueces dictan sentencia basándose en seis criterios, entre ellos la técnica y la creatividad. La victoria es por puntos.
También había entre el público pioneros del breaking, como el francés Stigarock, de 54 años. “Está muy bien haber llegado a los Juegos de París, es bueno para la imagen del país, que vive muchas tensiones políticas, pero temo que sea un ‘soufflé’ que luego baje de golpe y no se le dé continuidad”.
Quizás tenga razón: el ‘breaking’, a diferencia del skateboarding o el baloncesto 3×3, no estará en Los Ángeles 2028.
Con información de EFE