Tener a Russell Wilson como quarterback, con su experiencia y calidad para mover el ovoide por aire y tierra, ha llevado a los Halcones Marinos de Seattle a una época de brillo, pero que no termina por ser del todo dorada.
Para esta temporada, el equipo del oeste de Estados Unidos requiere tener una mejoría en la defensa que les permita mantener los marcadores cerrados para el lucimiento de Wilson, y que no les ocurra como en 2019, que debieron venir de atrás en varios encuentros, lo que al final los dejó por debajo de San Francisco y sin la localía, fundamental, para los playoffs.
Con Tyler Lockett, DK Metcalf y Phillip Dorsett como receptores, y en el ataque terrestre con Chris Carson, Rashaad Penny y Carlos Hyde, la ofensiva de Halcones Marinos de Seattle promete ser de las más explosivas de la liga.
Defensivamente la temporada pasada estuvieron en el Top 10 de las más malas, y aunque están lejos de volver a tener el sello que los llevó a ganar el Super Bowl, con la famosa “Legión del Boom”, esta campaña luce más fuerte el equipo encargado de detener a los rivales.
La lucha por la división será directa con los 49ers de San Francisco, pero Pete Carroll debe tener en cuenta que los Carneros de Los Ángeles son un rival también de mucho peligro y que los Cardenales de Arizona tienen el talento para dar la sorpresa.