Se podría decir que el declive de los Halcones de Atlanta comenzó el 5 de febrero de 2017, cuando luego de perder una ventaja de 25 puntos en el Super Bowl ante los Patriotas de Nueva Inglaterra, el nivel del equipo “alado” ha ido en pleno descenso.
Con base en un equipo veterano, liderado por el quarterback Matt Ryan y el receptor Julio Jones, los Halcones se deshicieron del corredor Devonta Freeman para darle cabida a Todd Gurley, quien ha sufrido de lesiones, pero en quien confía el coach Dan Quinn para apuntalar una ofensiva poderosa que requiere de buenos resultados con urgencia.
Además, también firmaron al ala cerrada Hayden Hurst, quien fue figura con los Cuervos de Baltimore, por lo que hacia adelante Atlanta tiene argumentos para pelear con Nueva Orleans y Tampa Bay por el liderato del Sur.
El problema de los Halcones de Atlanta el año pasado fue con la defensiva, ya que además de permitir muchos puntos, por aire les hicieron demasiado daño, situación que se debe revertir con la llegada de Dante Fowler y el novato AJ Terrell, tomado en la primera ronda del Draft.
Con Drew Brees y Tom Brady en la misma división, pero ya sin Cam Newton, Matt Ryan está contra la pared obligado a devolverle protagonismo a Atlanta o tendrá que comenzar a empacar sus maletas.