Los Halcones de Atlanta se han distinguido por su gran ofensiva comandada por el quarterback Matt Ryan, esa característica los ha llevado incluso hasta el Super Bowl y aunque lo perdieron, su sitio entre los contendientes estaba ahí hasta que el año pasado una epidemia de lesiones les costó muy caro.
Aunque mantuvieron su estatus entre la elite ofensiva aérea, el problema principal fue la lesión de Devonta Freeman, quien estuvo fuera casi toda la campaña por una molestia en la rodilla, y el remplazo Tevin Coleman hizo lo que pudo, ese hueco le costó a Atlanta, sobre todo porque a la defensa no estuvieron a la altura esperada.
El espectáculo por aire está garantizado, con Ryan y su dupla infalible con Julio Jones, quien está en negociaciones para una extensión de contrato y necesita brillar para afianzarse como uno de los históricos de la franquicia.
Si bien a la defensiva los Halcones de Atlanta perdieron a jugadores consolidados, la renovación tiene a jóvenes con talento que estarán obligados a entregar resultados favorables, pues tienen la ‘mala suerte’ de estar en una de las divisiones más disputadas de la NFL, en la que tienen que derrocar a Nueva Orleans, contener a Carolina y evitar cualquier rebeldía de Tampa Bay.