El gobierno de Argentina defendió la realización de un desfile masivo para recibir a la selección de futbol que se coronó en Qatar 2022, pese a que el festejo debió abreviarse en medio de un caos en la organización. Millones de personas se agolparon en las calles de Buenos Aires, con el deseo de ver a los miembros de la selección campeona.
Cabe destacar que, ante el descontrol, donde incluso el camión de la selección quedó sin seguridad, las autoridades decidieron terminar el recorrido y transportaron a los jugadores por aire. En helicópteros, sobrevolaron la ciudad y saludaron a sus fan reunidos en el monumento Obelisco. Aseguraron que esa decisión se tomó porque los jugadores preferían descansar.
En referencia a la conclusión anticipada del acto del martes, el ministro de seguridad Aníbal Fernández dijo: “El objetivo era proteger a los jugadores, no porque fueran a hacerles daño, sino porque tanta gente queriendo acercarse puede terminar en cualquier cosa”.
El martes por la mañana, los dirigentes deportivos habían anunciado que la selección recorrería la capital en un autobús descapotable desde las oficinas principales de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) en las afueras de la capital hasta el Obelisco emblemático en el centro, donde suelen realizarse las celebraciones.
Fernández dijo que desde antes había advertido que esos planes constituían un error. “Miren las fotos, pongan en el medio al micro (autobús) y se van a dar cuenta de que se iban a quedar a vivir ahí seis días”, comentó.
Por su parte, el presidente Alberto Fernández buscó enfatizar la celebración por encima de los problemas. “Si uno ve la alegría que hubo en las calles el objetivo estuvo cumplido”, consideró el mandatario.
El plan original contemplaba que el autobús que transportaba a los futbolistas recorriera 74 kilómetros (46 millas). Pero tras avanzar apenas 12 kilómetros en cuatro horas bajo un candente sol veraniego, se consideró mejor que los jugadores abordaran helicópteros para sobrevolar la ciudad, en algo que el gobierno calificó como un desfile aéreo.
Tras el sobrevuelo, los helicópteros regresaron a las instalaciones de la AFA. De ahí, los jugadores se dirigieron a diferentes destinos. Lionel Messi voló a Rosario, junto con su compañero Ángel Di María.
En el aeropuerto rosarino, Messi abordó un helicóptero y se dirigió a su residencia en una zona privada en las afueras de la ciudad. Distintos videos en redes sociales mostraron a los vecinos que aclamaban a Messi a su llegada. El astro accedió a tomarse “selfies” con varios de ellos.