La era de Eli Manning ahora sí llegó a su fin, y en los Gigantes de Nueva York comienza una época distinta con un staff de entrenadores nuevos en el equipo, dentro del que destaca uno, y no tanto por sus resultados, sino porque era, hasta el año pasado, el coach del gran rival, Vaqueros de Dallas.
Jason Garrett, quien nunca pudo explotar con los de la “Estrella Solitaria”, será el encargado de pulir una ofensiva que aunque suena prometedora ha sido atormentada por muchas lesiones, pero hay confianza que este año Daniel Jones demuestre ser digno heredero de Manning, y que Saquon Barkley esté sano para volver al nivel que le dio el premio de Novato del Año 2018.
La interrogante es qué tanto podrá con la carga Joe Judge, quien llega por primera ocasión a un puesto de entrenador en jefe, luego de haber sido el encargado de equipos especiales con los Patriotas de Nueva Inglaterra de la dinastía de Bill Belichick.
Aunque en 2019 los Gigantes estuvieron en la parte media en cuanto a las ofensivas, su defensa fue la octava peor de la NFL, por lo una de las metas de este año es encontrar el balance que los vuelva competitivos.
La ventaja de los Gigantes es la misma que ya se mencionó con Washington que es estar en la división más floja de la liga, pues incluso un récord de 8 – 8 le daría posibilidades para buscar el pase a los Playoffs.