Los Kansas City Chiefs disputarán el Super Bowl por tercera vez en cuatro años. En la primera marcharon triunfales con el Trofeo Lombardi y en la segunda se fueron a casa lamentando una paliza.
Patrick Mahomes y compañía saben mejor que nadie que ganar el Super Bowl es mucho mejor que perderlo.
Y tan sólo la experiencia confiere a estos Chiefs una gran ventaja en momentos en que se preparan para enfrentar el domingo a los Philadelphia Eagles. Si a eso se suman los talentos de Mahomes, dos veces nombrado el Jugador Más Valioso de la liga, del tight end Travis Kelce, de Chris Jones y del resto de las estrellas de una defensa reconstruida, está claro por qué los Chiefs celebrarán otro campeonato cuando concluya el fin de semana.
Otra ventaja está en la capacidad del entrenador Andy Reid para tomar las decisiones correctas.
“Pienso que entendemos mejor todo el proceso”, dijo Mahomes. “En cierto modo podemos encontrar esas pequeñas oportunidades donde hay que estudiar un poco más los videos y recibir algo de descanso adicional.
“Especialmente en el primero, cuando estaba yo en Miami, yo me decía: ‘Tienes que ir aquí o allá’. Y ahora sólo tratamos de encontrar una forma de hacer las cosas. En el lugar donde estoy ahora tengo un mejor entendimiento del proceso”.
Mahomes tiene en realidad un gran entendimiento de casi todo.
Impuso las mejores cifras de su carrera en yardas por aire en esta temporada, con 5.250. Lideró la liga con 41 pases de touchdown y ayudó a que los Chiefs ganaran un séptimo título consecutivo de la División Oeste de la Conferencia Americana.
Y logró todo eso mientras hacía malabares con varias actividades de su vida privada, con un hijo recién nacido, inversiones en varias franquicias deportivas de Kansas City, y múltiples oportunidades más de negocios.
La mayor evidencia sobre la campaña que ha tenido Mahomes es que recibió 48 de 50 votos a primer lugar para el premio al Jugador Más Valioso, que se entregó el jueves por la noche.
“Creo que simplemente lo hemos visto crecer como quarterback. Su nivel de talento va más allá de su habilidad”, dijo Kelce. “Está un paso adelante. Ha jugado ajedrez ahí, como si tuviera tres o cuatro movimientos guardados en el bolsillo, dependiendo de lo que hace una defensiva. Es por ello que va ser uno de los mejores de la historia”.
Ése también sería un título adecuado para Kelce entre los tight ends de la NFL: el más grande.
Ha tenido otra temporada histórica, con récords de la franquicia y de la liga. Sólo Jerry Rice tiene ahora más touchdowns que Kelce en la postemporada.
En la final de la Conferencia Americana, cuando los Chiefs perdieron a tres receptores por lesiones y Mahomes renqueaba por un problema con su tobillo derecho, siguió contando con su fiable tight end, afectado por calambres de espalda en la semana.
Sabía que podía responder bajo presión y cuando necesitaba darle un destino al balón.
A la defensiva, los Chiefs rara vez reciben el reconocimiento que merecerían.
Jones logró 15 capturas y media de mariscal de campo en la campaña regular y dos más en la final de la Conferencia Americana. Fue finalista por el premio de The Associated Press al Jugador Defensivo del Año.
Frank Clark está trepando rápidamente en la lista de más capturas durante los playoffs en la historia. Y una secundaria que suele colocar simultáneamente a cuatro novatos en el terreno anuló a Joe Burrow, el quarterback de los Bengals y a su hueste de buenos receptores hace un par de semanas.