Futbol ancestral
Preservar la cultura maya y desarrollar el deporte en su población, con esa misión el equipo Xejuyup, de Guatemala, utiliza uniformes con elementos de sus costumbres místicas y milenarias
Manuel CuéllarMil 400 años Antes de Cristo, las culturas mesoamericanas comenzaron a desarrollar el Juego de Pelota. Tres milenios después, el juego evolucionó pero el espíritu y tradiciones de las culturas indígenas se mantienen unidas al deporte.
Así lo demuestra el Club Social Deportivo Xejuyup, un equipo de futbol amateur e indígena en Guatemala que desea mostrarle al mundo que la cultura Maya no está alejada de los deportes y, de hecho, sigue vigente.
En una época en las que las playeras de los mejores equipos del mundo son objeto de deseo de los clubes aficionados, el Xejuyup utiliza una falda y una camisa bordada con características mayas, tejidos con lana de borregos de la región para resaltar el orgullo de la historia de su región.
El equipo de futbol, único que juega con su traje tradicional, se fundó en 1982 por Antonio Perechú que, de acuerdo con su hijo Miguel, en un inicio se optó por jugar con un uniforme normal, pero al ver el poco interés que las nuevas generaciones tenían en sus orígenes, cambió de parecer para llamar la atención de jóvenes y adultos.
“Mi padre formó el equipo en 1982. El primer partido que se jugó fue en una feria, en ese año, fue algo sorprendente para los demás, pero el equipo nació para eso para sorprender y rescatar la cultura porque es algo que ya se está perdiendo”, manifestó Miguel Perechú, en entrevista telefónica desde Guatemala para Reporte Indigo.
La falda es de cuadros blancos con negros, los cuales representante la polaridad del día, el amanecer y el ocaso, la luz y la oscuridad. La camisa es bordada con detalles de colores en cuello y manga, símbolos de la naturaleza humana, mientas que la faja amarrada en la cintura significa la energía de la madre Tierra.
“Estos uniformes es la estabilidad del ser humano, los cuatro elementos de los cuales estamos compuestos, de los cuales nos equilibramos y que nos ayudan ser mejores personas, pero destacamos un poco más el azul porque es el corazón del cielo y que nos da la sabiduría”, relató Perechú.
Los dorsales también tienen su parte mística, ya que los números se otorgan con base al nahual que lo representa en la vida y el cual veneran en familia.
“El número se elige según su fecha de nacimiento que tiene el jugador, en nuestra historia hay un número de nahual que los guarda y los protege, ése es el que se le da al jugador para que porte, además de que se le borda el nahual en su uniforme”, mencionó Perechú.
Todo es artesanal
Parte de la tradición que tiene esta aldea de Solalá, Guatemala, es que los materiales para fabricar sus uniformes no los compran, sino que ellos mismos fabrican todo para que tenga la originalidad de un traje ancestral, además de que esta decisión se tomó porque nadie fuera de la propia comunidad conoce cómo tendría que ir bordado su uniforme.
“Nosotros respetamos la tecnología que ahora se usa, pero nosotros fabricamos todo nuestro traje para respetar por medio de nuestras abuelas, madres o esposas las tradiciones, ellas tejen desde el hilo hasta el final de nuestro traje”, mencionó.
El equipo no juega en ninguna liga profesional y se enfrenta a otros conjuntos de aficionados; sin embargo, si les llegara la invitación para ser profesionales aseguran que la tomarían y ya perfilan sus equipos de fuerzas básicas para mantener vivas sus tradiciones milenarias por mucho tiempo más.
Las mujeres también tienen su equipo
Al ver que el equipo de futbol de hombres tuvo gran aceptación no sólo en Guatemala sino también en el mundo, las mujeres quisieron hacer lo propio formando su propio club, lo cual lograron desde hace tres años.
Las mujeres, como los hombres también tejen sus propios uniformes para poder jugar, además de que una característica extra, es que en su cabello forman una trenza de colores para no cortarlo, pues para ellas es algo sagrado y representativo en su aldea.