FIFPRO Europa anunció este jueves que ha presentado una demanda legal contra la FIFA, en la que cuestiona la legalidad de las decisiones de esta de establecer unilateralmente el calendario internacional de partidos y, en particular, la de crear y programar el Mundial de clubes de 2025.
En un comunicado, FIFPRO anunció su iniciativa y afirmó que “los sindicatos de jugadores creen que estas decisiones” de la FIFA “violan los derechos de los futbolistas y sus sindicatos en virtud de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, a la vez que podrían violar la legislación de la UE en materia de competencia”.
Las Asociaciones de jugadores profesionales de Inglaterra (PFA) y de Francia (UNFP) solicitan, con el apoyo de FIFPRO Europa, al Tribunal de Comercio de Bruselas que remita el asunto al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) con cuatro cuestiones prejudiciales.
Entre sus argumentos destacan que el “actual calendario futbolístico está sobrecargado y es inviable” y recuerdan que la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea prohíbe el trabajo forzoso u obligatorio; garantiza la libertad de trabajo y los derechos a negociar y celebrar convenios colectivos, a condiciones de trabajo saludables y a un periodo anual de vacaciones retribuidas.
“De mediados de junio a mediados de julio de 2025, 32 clubes y sus futbolistas tendrán que participar en esta nueva competición en Estados Unidos. Una vez incluidos los periodos de preparación y los desplazamientos, es probable que el torneo genere hasta seis semanas de trabajo adicional que se añadirán a un calendario ya de por sí repleto”, señaló FIFPRO.
Mundial de Clubes, el problema
Este consideró que el Mundial de Clubes de la FIFA 2025 “representa un punto de inflexión” porque “se va a celebrar durante el único periodo del año teóricamente disponible para que los jugadores se tomen un descanso al que tienen derecho.
“Los sindicatos de jugadores creen que el objetivo de esta nueva competición es aumentar la riqueza y el poder del organismo rector del fútbol mundial, sin tener debidamente en cuenta el impacto en los futbolistas implicados o en otras partes interesadas dentro del fútbol profesional”, añaden.
En su comunicado, FIFPRO cuestionó que “a la FIFA le parece normal ocupar unilateral y abusivamente un ámbito que -en una gobernanza moderna y abierta- corresponde naturalmente a los interlocutores sociales y, por tanto, a la negociación de los convenios colectivos entre los sindicatos de jugadores y las organizaciones representativas de los clubes”.
“Dado que todos los intentos de diálogo han fracasado, ahora nos corresponde a nosotros garantizar el pleno respeto de los derechos fundamentales de los jugadores llevando el asunto ante los tribunales europeos y, por tanto, ante el TJUE. No se trata de estigmatizar una competición concreta sino de denunciar tanto el problema de fondo como la gota que ha colmado el vaso”, aseguró David Terrier, presidente de FIFPRO Europa, de cuyo comité ejecutivo no forma parte la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE).
El pasado día 5 FIFPRO aprobó en una asamblea general extraordinaria introducir cambios en su sistema de gobernanza y como parte de la transición la junta directiva que presidía el español David Aganzo dimitió para facilitar el proceso y ser sustituida por una junta provisional hasta la elección de una nueva, formada por 12 personas, el próximo noviembre.