La lucha de la FIFA por la homofobia y discriminación comenzó a energizarse durante el Mundial de
Brasil 2014.
Precisamente el “Ehh, Puto” de la afición mexicana empezó a advertir al organismo, sobre todo desde los círculos y comunidades LGTB.
“El deporte es una forma de unir a las personas de todo el mundo. Permitir que el odio sea parte de los partidos va en contra del espíritu de los torneos como la Copa Mundial”, manifestó en junio de 2014 Sarah Kate Ellis, presidenta de la GLAAD, que aboga en Estados Unidos por la comunidad lesbiana, gay, bisexual y transexual.
Sin embargo, ante la lucha discriminatoria, la FIFA enfrenta un problema de incongruencia de decisiones.
Designó los próximos dos mundiales a países donde hay leyes antihomosexuales.
En 2015, entró en vigor una Ley Anti-Gay en Rusia, próxima sede del Mundial, donde prohíbe la libertad de expresión en pro de la homosexualidad, como realizar marchas y cualquier tipo de manifestaciones.
En tanto, dicha orientación sexual es castigada con cárcel en Qatar, país que albergara la justa en 2022.
Ante ello, la FIFA ha sostenido pláticas con el gobierno de ambas naciones para no afectar los intereses de ambas partes.
Países en la mira
Diversos círculos de la comunidad LGTB, han advertido a la FIFA sobre respetar las garantías de las personas con orientación homosexual que acudan a los Mundiales de Rusia y Qatar 2022
