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En mayo de 2011 se registró un escándalo de sobornos de la FIFA donde se involucró a dos directivos: Amos Adamu, miembro del Comité Ejecutivo, y Reynald Temarii, en la compra de votos para que Qatar obtuviera la sede de la Copa del Mundo de 2022.
Aún no termina por resolver un problema cuando ya encara otro.
FIFA, el organismo rector del balompié mundial, de nueva cuenta está en medio de críticas tras dar a conocer un documento donde se confirma que su ex presidente, el brasileño Joao Havelange, y el ex líder del futbol brasileño, Ricardo Teixeira, recibieron millones de dólares en sobornos relacionados con los derechos de los mundiales de futbol.
El documento indica que Havelange, quien dirigiera FIFA de 1974 a 1998, recibió un pago de 1.5 millones de francos suizos en 1997 (en ese momento, cerca de un millón de dólares), mientras que Teixeira aceptó cerca de 12.75 millones de francos suizos ( 13 millones de dólares) entre 1992 y 1997 de parte de la agencia de mercadotecnia International Sport and Leisure (ISL por sus siglas en inglés) que quebró en 2001.
“La FIFA está satisfecha porque ya se puede divulgar el documento de ISL”, indicó el organismo rector del futbol en un comunicado.
FIFA divulgó el documento horas después que la Corte Suprema suiza anunciara un veredicto donde se señalaba que la prensa debía tener acceso a los detalles del caso ISL.
Havelange había sido acusado en un documental de la BBC, en 2010, de haber recibido sobornos a cambio de la concesión de los derechos de transmisión del mundial.
Además, se dice que Texeira fue decisivo para que se concedieran los Juegos Olímpicos de 2016 a Rio de Janeiro, por primera vez en América del Sur.