Allyson Felix conquistó su undécima medalla olímpica al formar parte del relevo estadounidense 4×400 que arrasó con un tiempo de 3 minutos y 16.85 segundos.
De esta manera, la velocista, quien en la víspera se convirtió en la mujer más laureada en las pruebas de pista de los Juegos al conseguir un bronce en los 400 metros, dejó atrás a Carl Lewis como el atleta estadounidense con más preseas. De las 11, siete son de oro.
El finlandés Paavo Nurmi ostenta el récord de todos los tiempos con 12 medallas ganadas entre 1920 y 1928.
A ‘dream team’ quartet gave the United Sates 🇺🇸 a seventh consecutive #Olympics gold medal in the women’s 4x400m relay – and a record 11th career medal for @allysonfelix 🇺🇸 here at #Tokyo2020
— World Athletics (@WorldAthletics) August 7, 2021
Nadie pudo hacerle cosquillas al equipo de Felix, Sydney McLaughlin, Dalilah Muhammad y Athing Mu. Polonia quedó segunda, con un rezago de 3.68 segundos, y Jamaica completó el podio.
“Salí a correr con paz y lo que buscaba era disfrutar toda la experiencia”, dijo Felix, madre de una hija de dos años.
La victoria del relevo coincidió en el día que McLaughlin cumplió 22 años y lo celebró añadiendo otro oro al que obtuvo cuando fijó un récord mundial de 51.46 en los 400 con vallas a comienzos de semana.
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Estados Unidos presentó un equipo de lujo, con cuatro medallistas de pruebas individuales: McLaughlin, Felix, Muhammad, segunda en vallas, y Mu, oro en los 800.
Por su parte, la holandesa Sifan Hassan completó el doblete en los 5 mil y 10 mil metros, algo que de por sí ya es notable. Eso era más que suficiente para los colosos del fondo, gente como Mo Farah, Kenenisa Bekele y Tirunesh Dibaba.
Asimismo, en medio de esos dos brutales desafíos, Hassan atrapó un bronce en los 1,500 metros de la cita de Tokio, un trío de medallas en fondo que ninguna otra mujer había logrado y que quizás no se vuelva a ver en unos Juegos en mucho tiempo.