¿Qué sucede cuando el partido más esperado en la Sultana del Norte se percibe apático y sin expectativas? Lo menos que se desea es que exista un jugador estrella que cambie el rumbo de la amargura sino antes, durante el encuentro.
Pero qué frustrante se vuelve el camino al Clásico Regio 102 cuando no parece suficiente el mal paso que llevan los equipos, que hasta se combina con la ausencia de figuras importantes que generen ese aliento de vida a un espectáculo en decadencia.
En el partido de este fin de semana no estará uno de los pilares en el ataque del Monterrey, Humberto Suazo, quien además de restarle agresividad a este plantel comandado por José Guadalupe Cruz, también deja en el aire la esperanza de una estrella que comande la victoria.
El chileno es una de las bajas considerables en el campo, pero aunque para el sábado en el estadio Tecnológico se presume la presencia de otras figuras como César “Chelito” Delgado o Neri Cardozo, ambos no se encuentran en su mejor nivel como para cargar con el equipo al hombro rumbo a la gloria albiazul.
Rayados no tiene gol, puede decirse que Marlon de Jesús es el único rescatable en el ataque ya que hasta Víctor Ramos ya anotó un gol, lo malo es que este mismo defensor brasileño ha estado en la zaga que ha cometido feos errores.
El promedio de goles de La Pandilla desde el Apertura 2010 a la fecha es de unicamente 0.7 goles por partido, es decir, que no anotan si quiera un gol en 90 minutos durante los últimos derbis contra Tigres.
Y desde luego que el rival no es ni un poco mejor que lo que ha mostrado Rayados, la ausencia de estrellas o potencial en su juego los ha dejado con promedio de 0.5 goles por clásico desde que llegó Ricardo Ferretti.
No hay quién pueda ser señalado en el seno felino como el salvador, lo más cercano a esto es Alan Pulido en referencia a lo que hizo en la última edición donde marcó dos anotaciones en la cancha del Universitario, pero la realidad nos dice que todavía no puede ser considerado un referente de clásicos.
Lucas Lobos tiene ganas de anotar, en el pasado juego contra Pumas se le vio proactivo pero simplemente no cristalizó sus deseos. Esto obedece a una baja de juego que él mismo ha fundamentado con su situación personal, pero que mientras tanto no puede rendir igual en la cancha.
Lo lamentable en Tigres es que tienen jugadores ofensivos recién llegados, como Darío Burbano, ex del León, y Emanuel Herrera, ex elemento del Montpellier de Francia, de gran potencial pero sin mucha referencia.
La ilusión convierte este partido de Tigres contra Monterrey, con récord empatado de 35-30-35, en el duelo que paraliza la ciudad completa. La realidad es que no se trata mas que del choque entre el colero del Clausura 2014 contra el octavo sitio que también tiene solo un triunfo.
Festejos ‘payasos’
Declaraciones de Lucas Lobos suben un poco la temperatura al tibio ambiente que impera a unas horas del Clásico Regio 102
Así como el clima fresco en la Ciudad, así de frío estaba el ambiente del Clásico Regio 102 entre los protagonistas del juego y sus aficiones. Hasta este miércoles no había salido un valiente que declarara algo incendiario para darle sabor especial. Hasta que llegó Lucas Lobos.
Si algo caracteriza a un duelo clásico en cualquier parte del mundo es la opinión fuerte que “calienta” la emoción de los seguidores, por lo que en esta ocasión corrió de parte del capitán felino al llamar “payasos” a los jugadores rayados.
“Si tenemos que festejar lo festejamos para nosotros. No le deseamos el mal a nadie, si ganamos disfrutaremos por nosotros, por nuestra gente.
“Ya después que los demás (jugadores de Monterrey) vayan y festejen con la gente contraria, lo hacen más por la gente de ellos que por ellos mismos, lo hacen medio de ‘payasitos’ que son”, dijo el líder de la plantilla de Ricardo Ferretti en conferencia.
Esta tendencia de prender el clásico no sorprende en Lobos. Apenas en agosto del año pasado, cuando le tocó hablar previo a un derbi, dijo a los reporteros que el clásico era aburrido, en referencia a la serie de juegos que se han disputado en los últimos cinco años.
¿Cómo esperas el clásico?, fue la pregunta aquella vez.
“Cómo todos, todos son aburridos, el (clásico) 99, el 98, hasta el 4-1 que ganamos fueron 70 minutos y 20 de espectáculo. Son muy trabados, a veces uno juega con el corazón y no con la cabeza”, contó aquella vez el legendario mediocampista.