El partido entre el Niza y el Olympique de Marsella, correspondiente a la tercera fecha de la Ligue 1 tuvo que ser suspendido, luego de que aficionados radicales ingresaran al terreno de juego e intentaran golpear a los jugadores del cuadro visitante.
Cuando iba a cobrarse un tiro de esquina, el jugador Dimitri Payet aventó a las gradas una botella que previamente lo había golpeado. El delantero se encaró con los ultras, quienes no lo pensaron dos veces y saltaron las vallas de seguridad para ingresar al terreno de juego.
🚨 Ojo porque esto es un ESCÁNDALO. Ultras del Niza le lanzan una botella a Dimitri Payet. El jugador del Olympique de Marsella la devuelve a la grada y decenas de aficionados SALTAN AL CAMPO para agredir a los futbolistas del equipo visitante. pic.twitter.com/6AhA7RtOI5
— Goal España (@GoalEspana) August 22, 2021
Los jugadores de Marsella, lejos de amedrentarse por esta situación, encararon a los aficionados y algunos llegaron a los empujones, mientras que sus compañeros del Niza intentaban calmar a los implicados.
A su vez, el técnico del Marsella, el argentino Jorge Sampaoli, también quiso entrar a la trifulca y fue frenado por sus asistentes y elementos del cuerpo de seguridad, que se vieron totalmente desbordados.
Ante ello, el árbitro del partido, Benoît Bastien, se vio obligado a suspender el encuentro cuando los jugadores del Marsella se retiraron al vestuario. En ese momento Niza ganaba 1-0 gracias al gol en el minuto 49 del neerlandés Kasper Dolberg.
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Sin embargo, y pese a las escenas que se estaban viendo, el presidente del Niza, Jean-Pierre Rivère, quería la reanudación del partido.
“Han pasado muchas cosas. Le dije al Marsella que no era un problema de futbol, sino de orden público y responsabilidades. Debemos reanudar el juego. Todo el mundo ha estado de acuerdo con la Prefectura”, explicó el dirigente a Amazon.
🚨 Trois joueurs de l’OM blessés pendant les échauffourées ► https://t.co/rkbQXm1rAM pic.twitter.com/dGtB7D25ca
— RMC Sport (@RMCsport) August 22, 2021
En el Marsella, en cambio, los jugadores ya no quisieron regresar al campo, según informó RMC Sport, sobre todo, tras exhibir algunos jugadores las heridas provocadas por el enfrentamiento con los ultras.
De ellas la más llamativa fue la de Luan Peres, quien tenía el cuello totalmente enrojecido.
Así, se determinó por terminar el juego.
