Más de 360 mil razones tienen los Empacadores de Green Bay para celebrar su centenario, a cumplirse el próximo domingo, con la obtención del Super Bowl, para lo cual contrataron a Matt LaFleur como su entrenador en jefe, mientras esperan que Aaron Rodgers vuelva al nivel de competencia que lo ha caracterizado en la mayor parte de su carrera.
En la temporada 100 de la NFL, Green Bay seguirá remando contracorriente dentro y fuera de los emparrillados y, prueba de eso, es que son el único equipo de propiedad pública en la NFL, desafiando con esa iniciativa al ‘capitalismo’ que domina en la liga.
A diferencia de sus rivales, los ‘Cabezas de Queso’ no dependen de un dueño multimillonario para sobrevivir, sino de una entidad corporativa que es mantenida por 360 mil accionistas, situación que desafía las reglas de franquicias de la NFL.
El reglamento de la liga establece un máximo de 32 dueños por equipo con una participación mínima del 30 por ciento, lo cual no sucede en el escenario de Green Bay Inc, pues en el equipo insignia de Wisconsin, sus accionistas no pueden tener más del 4 por ciento de inversión.
Aunque es un esquema particular y arriesgado el que manejan, los dueños del equipo han encontrado la manera de sacar provecho a esa situación, y una de las soluciones más efectivas son sus juegos de local, donde la derrama económica es enorme para ellos, pues cada partido en casa es un lleno asegurado, o al menos tienen el 90 por ciento de su capacidad comprometida, que es de poco más de 81 mil asientos para un pequeño poblado de 100 mil habitantes, por lo que aficionados de las ciudades vecinas se identifican con los verdes.
Eso ocasiona que sean una de las franquicias que más ingresos tiene cada campaña y esa es la razón por la cual no quieren trasladar sus juegos de local a otro lugar, aunque haya ofertas tentadoras.
“No tenemos dudas de que nos encantaría jugar en Londres, pero debido al tremendo impacto que causa los partidos de local en la economía de nuestra comunidad no queremos mudar uno de nuestros partidos a otro lugar.
“Pero eso no sólo pasa con nosotros como local, como nuestros aficionados nos siguen a todas partes los otros equipos que reciben a los Packers tampoco quieren mover sus partidos de local por el impacto financiero que sufrirían”, explica Mark Murphy, presidente del equipo.
No más ‘queso añejo’
Para esta temporada, después de 13 años de estar bajo el mando de Mike McCarthy (despedido en la Semana 12 de la campaña pasada), Matt LaFleur tomará las riendas del equipo como entrenador en jefe, quien llega a los Empacadores de Green Bay después de ser coordinador ofensivo en los Titanes de Tennessee.
LaFleur tendrá que poner todo su ingenio en el emparrillado y una de sus principales incógnitas será saber cómo manejar la ofensiva de su equipo con Aaron Rodgers como líder.
Con 25 touchdowns por pase en 2018, Rodgers tuvo la menor cantidad de anotaciones por aire en una temporada, registro que deja claro que el talento, la inteligencia y la calidad de ‘AR12’ están intactos, pero el reflejo en el campo no ha sido así recientemente, por lo que tendrá que explotar todos los elementos a su alrededor para soñar con la postemporada, además de la urgencia de mantenerse sano, pues el equipo depende altamente de él.
100
En la defensiva Jaire Alexander y Josh Jackson tendrán que seguir el mismo camino que Jones, pues al estar en su segunda temporada como profesionales será el momento para demostrar que pueden ser partes fundamentales para que los Empacadores de Green Bay rompan una racha de dos años sin clasificarse a los Playoffs.
