Antes que empujar el camión, mejor tomar un taxi o pedir ‘ride’ en montón. Esto fue lo que vivió la Selección Mexicana en su segundo día de entrenamientos de cara al inicio del Mundial en Brasil.
Lo que sería un típico día de trabajo futbolístico, empezó como una odisea por llegar al complejo deportivo donde tocaba entrenar a puerta cerrada.
Fue curioso como todos y cada uno de los jugadores estrella del Tricolor mexicano fueron abordando transporte público para llegar a tiempo a la cita pactada con el técnico Miguel Herrera.
Ante la mirada de la prensa internacional, el cuadro nacional de México vio con agrado esta inesperada experiencia con que iniciaron la semana.
Gran sorpresa se llevaron los jugadores al bajar al lobby del Hotel Parque Balneario, cuando se enteraron que su medio de transporte no estaba listo para llevarlos a su segundo día de trabajo en suelo brasileño a causa de una descarga en la batería del camión.
Les comentaron que todo quedaría arreglado en un mínimo de dos horas, sin embargo el cuerpo técnico consideró que era demasiado tiempo y por ello decidieron encontrar otro medio de transporte.
El personal de seguridad que trabaja con el conjunto mexicano charló unos momentos con el equipo, pero pese a la insistencia de marcharse en taxi solo fueron notificados que su traslado sería bajo su propio riesgo.
En grupos de tres y cuatro jugadores fueron abordando los colectivos, esto ante la mirada sonriente de los choferes que no podían creer que llevarían en sus taxis a futbolistas tan famosos como Rafael Márquez, Javier Hernández y Giovani dos Santos.
El conjunto mexicano trabajó a puerta cerrada de cara a su debut frente a Camerún.