Tuvieron que pasar seis años para que Kevin-Prince Boateng volviera a los planos estelares con un equipo grande de Europa, y es que luego de que el Barcelona hiciera oficial su fichaje, el peregrinar del jugador ghanés en equipos pequeños terminó.
Antes de su llegada al conjunto culé, Boateng tuvo que volver a mostrar su talento en clubes como Las Palmas, Eintracht Frankfurt, Schalke 04, y el Sassuolo, donde terminó jugando debido a las malas decisiones que tomó cuando era un referente en el Milan, donde fue campeón.
El jugador ghanés comentó que el exceso en fiestas, y la compra de carros, lo llevaron a la ruina, tanto personal y profesionalmente, y por esa razón tuvo que decirle adiós a los reflectores y a los’ rossoneri’.
“Si, por supuesto, me arrepiento de las decisiones que tomé. En la vida es importante admitir lo malo. Antes era de una forma y gracias a los errores soy como soy. Era una persona muy impulsiva y quizás ahora soy más inteligente”, explicó para Marca.