A lo mejor es para quitarse la “malaria”, para que la suerte les cambie, para pedir perdón a los Dioses del Futbol.
Para reconciliarse con quienes castigaron por su soberbia, altanería y desidia aburguesada a aquel grupo de millonarios del “fut”, incapaces de jugar en equipo y criticadores hasta de lo que no les incumbía, y que con su actitud arrastraron el orgullo de la “BLEU” permitiendo fueran humillados en Sudáfrica 2010.
O a lo mejor es solo una decisión mercadológica de Nike para que los franceses compren la nueva “Bleu” .
Lo cierto es que el nuevo azul de Francia les sienta bien y hasta juegan más bonito. Y lo más fuera de lugar, juegan con humildad.
LA NOCHE NEGRA CONTRA MÉXICO
Para nosotros la gesta gloriosa del 5 de Mayo en la que el ejército encabezado por el General Zaragoza en la mesa y con Porfirio Díaz en el Campo de Batalla obligan a las tropas de Napoleón III a retroceder de forma humillante pero…
NO ES LA BATALLA DE PUEBLA
La que ellos llaman “La Noche Negra Contra México”, esa batalla ni la recuerdan en Francia, quizá porque más adelante su ejército nos pasó por arriba entrando como quien entra a su casa hasta el Zócalo, abriendo paso al Imperio de Maximiliano.
Lo de Puebla les tiene sin cuidado, la que recuerdan profundamente y les sigue calando hasta la médula es…
NUESTRA VICTORIA EN SUDÁFRICA
Aquella noche triste de Francia cuando las tropas del triste Raymond Domenech se sublevaron
en el vestidor, en un mitin que terminó con el Mundial para Francia, que sale por la vía de la vergüenza, la renuncia del técnico y la humillante realidad de que no se puede caer tan bajo codeándose con los más malos del Mundial.
Francia comienza la recuperación desde muy abajo. Con una palabra desconocida para ellos: humildad.
El equipo lo toma Laurent Blanc, el héroe de mil batallas con las medallas de campeón del mundo como jugador en Francia 98, quien los califica a la Euro 2012.
LAS HERIDAS NO CICATRIZAN AÚN
“Les Bleus” llegan a la Euro curando todavía las heridas causadas por la soberbia y la presunción de creer que todavía en pleno siglo 21 las camisetas juegan solas.
La debacle les vino aquella noche negra en Sudáfrica, hoy solo dos años después llegan a la Euro con un equipo renovado, equilibrio entre los de jerarquía que saben partirse el alma ajenos aquel motín, Karim Benzema, Franck Ribery, que juntos podrían desafiar al mismísimo Al Pacino en El Padrino III, y los jóvenes con hambre.
Las heridas no cicatrizan, la tentación de la soberbia reaparece por momentos, pero ésta Francia de Laurent Blanc, se los digo desde ahorita, está hecha para cosas grandes.
LA OTRA EURO… DONETSK
Ciudad emblemática, maravillosa en la sencillez que transmite por todos lados, desde los enormes parques que privilegian las zonas verdes hasta los edificios austeros y sin ostentación.
Las iglesias ortodoxas descubren sus cúpulas doradas por todos lados, una gran avenida, herencia del más puro estilo soviético de hace 70 años divide la ciudad en dos.
El gran parque alberga el imponente Estadio Olímpico, sede de esta Euro en cuya entrada surge imponente la estatua del gran héroe y campeón del deporte ucraniano: Sergei Bubka, plusmarquista en salto con garrocha y más campeón por su nacionalismo a ultranza a la inminente caída del Bloque Socialista a finales de los 80.
Curioso que las minas de carbón rodean la ciudad y sin embargo la UNESCO la coloca como la ciudad más limpia del mundo.
ITALIA, OTRA VEZ EL UNIFORME…
Más bonito y elegante. No es por nada, pero después de verlos a todos me quedo, una vez más, con el hermosísimo uniforme de Italia.
No sé cómo le hacen sus diseñadores, pero en cada evento son los de: uniforme, pants, uniformes de entrenamiento y hasta el traje del entrenador, más elegantes. Cierto, son Italia, líderes de la moda en el planeta.
SIGNO DE LOS TIEMPOS
Cuando “Supermario” Gomez era un juvenil que apenas despuntaba, admiraba a Miroslav Klose. Hoy, “Supermario” juega en el lugar de su ídolo quien, en esta última Euro, lo sustituye para que él tome un descanso.
Bellezas de la Euro… Sin palabras…