Tras millones de dólares invertidos, Oriente Medio volverá a tener la máxima fiesta futbolística. Foto: Especial

El Mundial de 2034 ¡’vendido’ a Arabia Saudita!

El reino fue confirmado por Gianni Infantino, titular de la FIFA, como sede de la Copa del Mundo; los 'petrodólares' comienzan a mandar en el deporte

Si Qatar pudo, ellos también, e incluso sin nadie que les “hiciera sombra”. Arabia Saudita albergará el Mundial de 2034, luego de que ayer Australia confirmara que no se subiría a un “ring”, ni saldría a una “cancha” en la que los petrodólares son la moneda oficial.

El reino quedó como candidato único para la justa que tendrá lugar en 11 años, pues nadie más en Asia y Oceanía alzó la mano en la fecha límite que puso la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) para hacerlo, la cual fue ayer.

El jefe de Football Australia (FA), James Johnson, había dicho que el país estaba “explorando la posibilidad” de 2034, pero la víspera el organismo informó que se centraría en las candidaturas para la Copa Asiática Femenina de 2026 y el Mundial de Clubes de 2029.

Por su parte, la Confederación Asiática de este deporte (AFC por sus siglas en inglés) dejó claro que “toda la familia del futbol” de aquel continente se mantendría unida en apoyo a la candidatura saudita, la cual se dio a conocer el pasado 4 de octubre.

Así, Arabia Saudita se confirmó como la gran favorita. Solo hubo un tímido intento de hacerle frente, cuando Australia e Indonesia analizaron unir fuerzas y hacer una candidatura conjunta, además de Malasia y Singapur.

Pero una semana después,  el líder del futbol de Indonesia, Erick Thohir, dijo que su federación respaldaba a Arabia Saudita. El cambio de planes ocurrió después de una reunión virtual de la AFC, en la cual, trascendió, el presidente de FIFA, Gianni Infantino, urgió a los asistentes “estar unidos para la Copa del Mundo de 2034”.

Así, la orden estaba dada por parte de Infantino, quien ha sido un aliado cercano del futbol saudita durante mucho tiempo, así como del polémico príncipe heredero del reino, Mohammed bin Salman.

“Japón tiene un plan para ser sede de la Copa del Mundo de FIFA en 2050, pero ahora es el momento de que Asia se una y haga una sola candidatura (para 2034)”, dijo en aquella reunión el funcionario de la federación nipona, Tsuneyasu Miyamoto, elogiando a Arabia Saudita por una ‘larga historia futbolística, pasión enorme y una visión maravillosa para 2034’”.

Ayer, Infantino escribió en Instagram: “Las próximas dos ediciones de la Copa Mundial de la FIFA se celebrarán en África (Marruecos) y Europa (Portugal y España), con tres partidos de celebración jugados en Sudamérica (Argentina, Paraguay y Uruguay) en 2030 y en Asia (Arabia Saudita) en 2034.

“El futbol une al mundo como ningún otro deporte, y la Copa Mundial de la FIFA es el escaparate perfecto para un mensaje de unidad e inclusión, además de ofrecer una visión de cómo diferentes culturas pueden estar juntas y pueden aprender y comprenderse mejor unas a otras”
Gianni InfantinoPresidente de la FIFA

Ahí, la confirmación que faltaba, aunque habrá que formalizarla el próximo año.

La ‘joya’ de la ‘Vision 2030’

La Copa del Mundo será la culminación de los ambiciosos esfuerzos de Riad para ser actor relevante en deporte global, luego de gastar enormes cantidades de dinero en llevar a docenas de estrellas del futbol a su liga nacional, en la compra del Newcastle inglés, en el lanzamiento de la gira de golf LIV y en organizar serie de peleas de boxeo de alto perfil, así como un Gran Premio de Fórmula 1.

El programa de inversiones deportivas aprobado por el príncipe Bin Salman forma parte del proyecto Vision 2030, el cual consta de 700 mil millones de dólares y es promovido para diversificar la economía más allá del petróleo, además de, supuestamente, suavizar sus costumbres y leyes sociales más restrictivas.

Esta acción ha sido descrita como sportswashing, es decir, una forma de suavizar, a través del deporte, la imagen de un país asociado con historial de abusos en materia de derechos humanos, contra las mujeres e incluso del asesinato del periodista Jamal Khashoggi en 2018.

Pese a ello, el Mundial regresará a Oriente Medio luego de que Qatar lo organizó en 2022 y es probable que este tampoco se celebre en junio y julio, como es habitual, sino entre noviembre y diciembre.

Un ‘autogol’ de la FIFA

Tras revelarse la candidatura única de Arabia Saudita, Amnistía Internacional pidió que la FIFA asuma compromisos claros y vinculantes para mejorar los derechos humanos en el reino.

“Con solo una candidatura para cada torneo sobre la mesa (2030 y 2034), la FIFA puede haber marcado un gol en propia meta”, dijo en un comunicado Steve Cockburn, director de Justicia Económica y Social de la ONG.

“La FIFA ahora debe dejar claro cómo espera que los anfitriones cumplan con sus políticas de derechos humanos. También debe estar preparada para detener el proceso de licitación si no se abordan de manera creíble los riesgos graves para los derechos humanos”, se lee en el texto.

Más que sportswashing

Para Simon Chadwick, profesor de deporte y economía geopolítica en la Escuela de Negocios SKEMA de Francia, en Arabia Saudita se está gestando “un nuevo contrato social”, el cual, en términos simples es:

“Lo que sea que quieras, te lo daremos: Cristiano Ronaldo, la WWE, las carreras de autos de Fórmula 1. Puedes tener eso. Pero el otro lado de ese contrato es que el gobierno dice: ‘no nos cuestionen’”.

Tales declaraciones se encuentran en un artículo publicado por Jeff Eisenberg de Yahoo! Sports, en el que se afirma que la intención de Arabia Saudita es crear una nueva economía que lo ponga en “el centro del mundo deportivo”.

“En los últimos 10 años podríamos argumentar que fue Qatar, pero Arabia Saudita se está poniendo al día. Están tratando de llegar lo más lejos posible lo más rápido posible para atrapar a sus rivales y adelantarlos”.

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