El drama se ha convertido en el elemento acompañante de Sergio Pérez en sus últimas apariciones en la Fórmula Uno, y es que en su debut con Red Bull hubo mucho nerviosismo tanto en la clasificación como en el Gran Premio de Baréin, del cual estuvo cerca de quedar fuera.
Luego de quedar en el undécimo puesto en la clasificación por una mala estrategia con los neumáticos y un despiste, “Checo” tuvo más problemas durante la vuelta de formación de la carrera, ya que el auto se le apagó y estuvo cerca de abandonar, pero el sistema reaccionó y aunque el mexicano debió salir desde pits en el último lugar, su desempeño en la pista fue notable.
“Teniendo en cuenta que mi carrera casi no se lleva a cabo creo que, en general, podemos estar satisfechos con el día y los aspectos positivos, ya que el ritmo fue realmente bueno y el potencial está ahí. En la vuelta de formación, de repente, el coche se apagó y estaba tan cerca de saltar (fuera del coche), pero me quedé dentro y de alguna manera se puso en marcha de nuevo, lo que fue un milagro.
“Eso significaba que teníamos que empezar desde el pit lane, lo cual no era ideal, pero logramos recuperarnos y estaba feliz de completar la carrera y conseguir ese importante kilometraje en mi haber”, reconoció el piloto mexicano.
Incluso, su actuación le valió ser elegido el Piloto del Día, ya que remontó 15 posiciones para cruzar la meta en el quinto puesto, aprovechando el rendimiento de su monoplaza y su capacidad para estirar al máximo la durabilidad de las llantas.
Por otra parte, su coequipero, Max Verstappen, protagonizó un cierre intenso con Lewis Hamilton en las últimas vueltas; sin embargo, fue el actual campeón quien se quedó con el primer puesto.
“Fue muy importante conseguirlo y, por supuesto, es una pena que Max no haya ganado la carrera para el equipo, pero llegará, estoy seguro, y llegaremos allí. Tenemos muchos datos para analizar ahora para que entendamos todo y nos aseguremos de volver más fuertes en la próxima carrera, en Imola”, añadió Sergio Pérez.