La historia del Japón recuerda con honor a sus Kamikazes, aquellos pilotos suicidas herederos en la Segunda Guerra Mundial de la tradición milenaria de los Guerreros Legendarios que decidían morir antes que enfrentar la derrota.
Ayer en las 500 de Indianápolis el piloto japonés Takuma Sato podrá presumir con orgullo y con honor de ser un…
Orgullo del Japón…
“Taku”, como se le conoce, había tenido una carrera más o menos afortunada. Con más pena que gloria, primero en la F1 a la que llega más por el apoyo de las firmas japonesas que por su talento muchas veces cuestionado.
Un tercer lugar en el GP de Estados Unidos aquí mismo, en Indianápolis, fue su máximo logro.
Tras siete temporadas en la máxima categoría pasó a la Indy en donde tampoco asustó a nadie, sin embargo la tarde del domingo 27 de mayo aplaudimos la decisión de su jefe en la escudería, el legendario Bobby Rahal de sostenerlo ahí, ese día también…
Takuma reivindica a los pilotos japoneses…
Entregándolo todo, alma incluída, en un carrerón memorable que puso en jaque a todos los grandulones de la Indy, peleándoles por 198 de las 200 vueltas en las que se mantuvo como líder por más de 20 giros, a tal grado venía embalado y concentrado que en las últimas cinco vueltas se metió en el…
Duelazo de los Targets…
Darío Franchitti y Scott Dixon que peleaban la punta palmo a palmo, con una nariz de diferencia entre ellos como si no les importara la jauría que les venía detrás. Ahí, a bofetones y arriesgándolo todo se metió “Taku” como los grandes, sin importar las instrucciones conservadoras que le pedían sostener ese que hubiera sido un histórico tercer lugar.
No, esta vez no iba a conformarse, esta vez la victoria y la gloria estaban ahí, cerquita, solo había que asumir el límite de su auto y arriesgándolo a Todo o nada, meterse como cuña enmedio de los dos autos rojos del Target Gannassi que sorprendidos, incrédulos, veían cómo “el japonecito” los hacía a un lado hasta arrebatarles la punta en la última vuelta.
Es ahí, en el límite absoluto del auto y el piloto, a más de 350 k.p.h. cuando Takuma sentía en las yemas de sus dedos la gloria de conquistar el legendario Indy.
Cuando seguramente sentía que entregaría a Japón la victoria histórica que el mundo del automovilísmo le debe a ese pueblo que tanto le ha dado a la industria y el deporte motor, es entonces que…
Los dioses de la pista…
Deciden negarle la entrada al Olimpo de los ganadores.
Takuma Sato, a unos metros de la gloria pierde el control de su automóvil impactándose a mas de 340 k.p.h. contra la barda externa dejando esos sueños de su propia guerra, su propia batalla por la reivindicación, no solo personal sino por todos los pilotos japoneses tan vitupereados y subestimados por este altivo y competitivo mundo de la velocidad, al mismo tiempo deciden en su veleidad…
Prolongar la maldición…
De los Andretti, al menos por un año más. Ya son 47 ocasiones en que la dinastía más ganadora en la historia del automovilísmo de “Grandes Ligas” ( INDY y F1) ha colocado al menos uno de sus talentosos pilotos en la lista de los favoritos para ganar la INDY 500, una sola victoria, la del “Godfather” y campeonísimo Mario Andretti en 1969, desde entonces los Dioses de La Pista se han ensañado con ellos privándolos del triunfo…
Final muy gringo…
Cierto, la historia fría, esa de los números que a veces es chocante va a colocar a partir de hoy a Darío Franchitti como el ganador de la INDY 500 de este muy caluroso (48 grados en la pista, 37 en la tribuna) 2012.
Es más, habrá fiesta en casa del matrimonio Jet Set de Darío con la guapísima Ashley Judd, su trofeo 2012 se colocará al lado de los otros dos de INDY 500, el de 2007 y 2010, esos que lucen junto a sus cuatro títulos de la Serie Indy.
Un beso ante las cámaras, champagne, un “Close Up” a la hermosa pareja y que corran los letreros de los créditos con agradecimiento a la muy exitosa escudería Target Gannassi con música de Robin Williams para despedir. Típico final de película de final predecible, todo para “el muchacho bueno”.
Epílogo…
Me quedaría con la imagen de frustración, dolor, tristeza, y hasta vacío en las miradas de Takuma Sato y Marco Andretti, aunque, bien visto, ambos tienen tamaños para venir el año entrante por la revancha y “Taku” ya está cerquita, así como hoy, se le fue Long Beach en marzo por un error de su equipo en la última parada en pits, el eterno contraste y los Dioses de la Pista que esta vez se inclinaron por “el muchacho bueno” de las películas gringas… Así de fácil.
Esta vez fue con Marco…
El nieto del “Padrino”, hijo del también campeonísimo Michael quien con un tremendo auto que se comía la lumbre a puños, se coloca como uno de los 35 líderes (récord histórico) de la carrera.
Solo que Marco lo fue por a falta de 12 giros pierde el coche y la ilusión de romper con la Maldición de los Andretti.