El pasador apenas tomó parte en cuatro jugadas con su nuevo equipo. Volverá al emparrillado, si todo sale bien, en 2024. Foto: Especial

El gran sueño de Jets y Aaron Rodgers, ¡a volar!

Una rotura del tendón de Aquiles puso fin a la campaña del veterano y ‘estrelló’ las grandes expectativas que tenía NY; compañeros del QB reclaman a la NFL por seguir permitiendo el uso de césped artificial

Aquiles es un héroe de la mitología griega, en específico, de la Guerra de Troya y protagonista de la Ilíada de Homero. Una flecha envenenada en su talón fue lo único que lo venció. Hoy su nombre resuena en la NFL tras la lesión que ha dejado fuera de batalla a Aaron Rodgers.

El quarterback se estrenaba con los Jets tras pasar 18 temporadas con los Packers de Green Bay. El cuatro veces MVP de la Liga era visto como el ingrediente faltante para que el equipo de Nueva York alcanzara la élite, pues su talento joven solo requería de un gran líder.

Sin embargo, esas grandes ilusiones que se gestaron desde su llegada al equipo, en abril pasado, apenas duraron cuatro jugadas, 75 segundos para ser exactos, en los cuales, ni siquiera completó un pase.

En primera y 10 en la yarda 43 del territorio de Jets, Rodgers intentó esquivar el asedio del defensivo Leonard Floyd. El jugador de los Bills logró alcanzarlo y el quarterback ganador del Super Bowl XLV cayó al césped artificial del estadio MetLife.

Parecía una tacleada jugada más, de rutina. El veterano de 39 años se incorporó y segundos después miró hacia la banca de los Jets y volvió a sentarse. Así evidenció que había sufrido una grave lesión.

La afición en el estadio enmudeció y le aplaudió cuando salió del emparrillado, ayudado por parte del staff de los Jets. Se dirigió a los vestidores y minutos después, las cámaras de televisión pudieron captarlo usando una bota ortopédica, con el rostro desencajado.

Como sucede a veces con los grandes héroes, su desgracia sirvió de inspiración y los Jets lograron un triunfo memorable ante los Bills en tiempo extra. Lo hicieron 22-16 con un regreso de TD de patada de despeje en tiempo extra del novato Xavier Gipson.

Por un momento, directiva, aficionados y jugadores explotaron en júbilo tras la victoria. Luego, de nuevo la cordura y el pesimismo.

“Me preocupa el (tendón de) Aquiles”, dijo el entrenador en jefe Robert Saleh de los neoyorquinos luego de la victoria del Lunes por la Noche. “La resonancia magnética probablemente confirmará lo que creemos va a pasar, habrá que rezar esta noche, pero no pinta bien”, dijo.

Tras la victoria, el ‘aterrizaje’

El estudio llegó ayer temprano y, posterior a este, comenzó a filtrarse la información que todos temían: en efecto, Rodgers presenta rotura del tendón de Aquiles izquierdo y así prácticamente se ha despedido de la temporada 2023.

El equipo tardó en anunciar la lesión de manera oficial, como tratando de resistirse a lo inevitable; sin embargo, la misma NFL dio por hecho que no veremos más al ahora número “8” este año.

Horas después, por fin, llegó la conferencia de prensa donde Saleh confirmó el estado físico del jugador, quien tendrá que someterse a una cirugía y por ello, los Jets ya lo colocaron en la lista de bajas, pues este tipo de lesión suele tomar varios meses de recuperación debido a un prolongado periodo de rehabilitación.

“Soy el que más está dolido por Aaron. Se comprometió tanto en este equipo, tanto en esta empresa en la que se embarcó, querer ser parte de este proyecto”, dijo Saleh.

Ante ello, Zach Wilson, el QB de tercer año que no ha logrado despuntar con el equipo, volverá a tomar el mando de la ofensiva y será el titular ante la poderosa defensiva de Dallas, el próximo domingo.

Wilson elogió el trabajo que Rodgers hizo con él durante la pretemporada, ayudándole “estar mucho más preparado” para dar el siguiente paso en su crecimiento. Deberá demostrarlo.

‘Felicidades por otra lesión’

Lo ocurrido con Aaron Rodgers causó agitación en los otros equipos y “revivió” un reclamo de los jugadores: el riesgo que representa el pasto sintético.

“Queríamos que la NFL protegiera a los jugadores con campos de césped natural, pero está más preocupada por ganar dinero”, dijo el receptor de los Jets y compañero de equipo de Rodgers en Green Bay, Randall Cobb, a través de The Athletic.

“Siempre ha sido así el beneficio por encima de la gente. Nunca he sido un fanático del césped (artificial). Esa es mi postura”.

Por su parte, el esquinero de los Jets, D.J. Reed, recurrió a su perfil en la red social X para compartir un sentimiento similar. “Necesitamos césped real para todos nuestros estadios”, dijo en una publicación dirigida a la NFL.

A su vez, el liniero ofensivo de los Packers, David Bakhtiari, también culpó al césped por la lesión de Rodgers en una serie de mensajes en X.

“Felicidades NFL. ¿Cuántos jugadores más tienen que lastimarse en césped artificial?” escribió. “Te preocupas más por los jugadores de futbol (soccer) que por nosotros. Planeas eliminar todo el césped artificial para la próxima Copa del Mundo, así que claramente es factible. Estoy harto de esto… ¡Hazlo mejor!”, escribió.

El jugador acompañó su reclamo con estadísticas en las que se aprecia un mayor porcentaje de lesiones en campo sintético con respecto a pasto natural.

Hoy, los Jets lamentan que hicieron todo para traer a Rodgers: le trajeron receptores conocidos, mantuvieron a elementos clave, le modificaron su contrato, pero al final, el césped de su casa “estrelló” sus ilusiones.

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