El mundo del deporte está en shock por la posibilidad de ver al futbolista Lionel Messi con un uniforme diferente al del Barcelona. Lo mismo ocurrió en marzo pasado cuando se anunció la salida de Tom Brady de los Patriotas de Nueva Inglaterra y su llegada a los Bucaneros de Tampa Bay.
A pesar de que comenzará una nueva era en la posición de quarterback con los Patriotas, hay un elemento que fue fundamental para la construcción de la leyenda de Brady con el uniforme azul marino, se trata del entrenador Bill Belichick, cerebro del proyecto que transformó una franquicia que era del montón a la más dominante en lo que va del siglo.
Es por eso que considerar que Nueva Inglaterra se irá a debacle es una apuesta arriesgada. Para empezar comparte una división con equipos que no están todavía a la altura de causar miedo, ya que a los Bills de Buffalo les faltan algunas piezas ofensivas, los Delfines están en reconstrucción y podrían mejorar este año pero no para quitarles el liderato, y los Jets de Nueva York que seguirán sufriendo muchas derrotas.
Aunque los éxitos ocultaron las deficiencias, en los últimos años Brady ya no era el gran brazo que fue hace tiempo, lo que abría las sospechas de su salida, pero sus estadísticas quedaron tapadas porque otros elementos, como la defensa y los pases cortos, les permitieron seguir siendo competitivos.
Luego de que el propio “TB12” fuera señalado de haber bloqueado a varios de sus suplentes durante los 20 años que estuvo al frente de la ofensiva patriota, el equipo tiene tres opciones para esta temporada: el veterano Brian Hoyer, amigo de Brady, el joven Jarrett Sitdham o el estelar Cam Newton.
Los pésimos números de Hoyer en su trayectoria y la falta de experiencia de Stidham hacen que la balanza se incline hacia Newton, quien salió de las Panteras de Carolina al haberse terminado también su ciclo, luego de haber enfrentado una lesión grave en el pie.
Aunque los mejores años del “Superman” han quedado atrás, y difícilmente volverá a tener un brazo con dinamita y no podrá arriesgarse tanto corriendo el balón, tiene los argumentos necesarios para encabezar un equipo compacto acostumbrado a jugar bajo presión.
En 2019, los Patriotas fueron la mejor defensiva, aunque esa gran contención a los rivales e intercepciones de balón fueron en mayoría ante equipos de menor nivel; sin embargo, la experiencia del “Monje” Belichick guiará a los jugadores cada que tengan que frenar a los adversarios.
Daños del COVID a los Patriotas
Para esta temporada, la NFL permitió que los jugadores declinaran participar ante el temor de los contagios de coronavirus en Estados Unidos, por lo que van 68 hasta el momento, de los cuales 12 son de los Patriotas, que han optado por irse a su casa.
Entre esos elementos de Nueva Inglaterra que se retiraron para esta campaña están Dont’a Hightower, que fue de los líderes defensivos del año pasado, así como Patrick Chung, Marcus Cannon, Marquise Lee, entre otros, además que en agencia libre también perdieron a jugadores importantes.
El morbo de ver a este equipo sin Brady pondrá a la afición con toda su atención en cada juego de los Patriotas, que posiblemente sigan como líderes de su división, pero difícilmente alcanzarán el Super Bowl.