El futbol como símbolo de paz en tiempos de guerra

Siria, Palestina, Irak y Yemen, encontraron en la Copa Asiática una forma de superar los conflictos y dictaduras en sus países
Manuel Sebreros Manuel Sebreros Publicado el
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Las alertas suenas una y otra vez, todos los días el amanecer con los cantos de las aves ha sido sustituido por el de las explosiones y las balaceras. El derramamiento de sangre es continúo y las afectaciones también han llegado al deporte, son los países que en sus territorios se viven despiadadas batallas.

Ese es el panorama cotidiano en Siria, Palestina, Irak y Yemen, cuatro naciones que participan en la Copa Asiática y que han encontrado en el futbol una ‘curita’ o un respiro ante la devastación de los conflictos bélicos.

De estos equipos, Siria es el que ha tenido los reflectores en las últimas fechas, pues el año antepasado se quedó a cerca de conseguir su pase al Mundial de Rusia 2018, y aunque perdió el Repechaje con Australia, se ganó el respeto de los aficionados.

Desde 2011 las luchas entre rebeldes, el gobierno de Bashar al-Assad y los terroristas del Estado Islámico han provocado que la selección siria tenga que jugar como local en otros países, pero esto más que perjudicarles les ha dado fortaleza.

El primer rival de Siria en este torneo fue Palestina, un equipo que para algunos no representa a un país y para otros sí, que su constante guerra contra Israel ha evitado que jugadores puedan salir de la Franja de Gaza por las restricciones de tránsito.

Ante ello, los palestinos han optado por llamar a representantes de la diáspora, aquellos con este origen que viven en otras partes del mundo, y para esta competición llamaron a cinco futbolistas nacidos en Chile.

Donde se vive el peor momento es en Yemen. La amenaza de la hambruna por la guerra es la peor en 100 años, de acuerdo con la BBC, además que varios de sus futbolistas han muerto en combate o han sido secuestrados por los guerrilleros.

El conflicto entre dos bandos, los hutí y el gobierno de Abdrabbuh Mansour Hadi, ha derivado en que la liga local está suspendida, los estadios en ruinas y los equipos abandonados, aún así, el entrenador Jan Kocian, quien no puede ingresar al país, formó un conjunto que ha superado las adversidades.

Por otra parte está Irak, que en futbol ya fue campeón de este torneo y es el único de los cuatro que ha jugado un Mundial (México 86) y quedó en cuarto lugar en los Olímpicos de Atenas 2004, donde tuvo un triunfo ante Portugal con Cristiano Ronaldo.

Aunque la muerte de Sadam Husein redujo la violencia en este país, aún enfrentan problemas de atentados y conflictos regionales.

Aunque es complicado que alguno de los cuatro se quede con el trofeo y la representación asiática para la Confederaciones 2021, cualquier triunfo o gol servirá para aliviar un poco el dolor de sus aficionados.

Las dictaduras

Corea del Norte y Turkmenistán tienen pocas probabilidades de triunfar en la Copa Asiática, y aunque no enfrentan guerras, en sus países se vive bajo regímenes totalitarios.

En el caso de Corea, no hay contacto con el exterior, las órdenes de Kim Jong Un son de tener a la población totalmente sometida y encerrada en un mundo propio.

Turkmenistan es gobernado por Gurbanguly Berdimudamedow, quien tiene poder absoluto y solo lo comparte con su familia. Aunque es uno de los países con mayor crecimiento económico, las libertades están totalmente restringidas.

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