Por Mariano Torres
Después del enfrentamiento entre Brasil y Croacia en los Cuartos de Final de la pasada Copa del Mundo, los cariocas rompieron la concentración inmediatamente luego de perder en tiempo extra. Dani Alves viaja a Tenerife, España, para tomar sus vacaciones.
Él se hospeda con su segunda esposa durante las vacaciones, hasta que los Pumas le dicen que tiene que reportar el lunes 2 de enero. Entonces, vuela de Tenerife a Barcelona el sábado 30 de diciembre y su vuelo a México salía el domingo temprano. Al llegar a la ciudad condal, un amigo lo llama y le pregunta: “¿Qué vamos hacer en la noche?”, pues el jugador estaba libre ya que viajaba el día siguiente.
Ellos salen de fiesta al antro Sutton de Barcelona. En el lugar conoce a una joven española de 23 años. El astro brasileño sale del sitio a las cinco de la mañana, se va a su departamento a cambiarse, se sube al avión a las 8 am y se duerme todo el trayecto.
Mientras, la joven que Dani conoció en la noche acude a hacerse una prueba de agresión sexual, ya que ella estaba segura que habían abusado de ella. Sin embargo, ella decide no denunciar al agresor, pues dice que ya había salido del país y que no tenía caso. La señora que le atiende le pregunta: “¿Cómo se llama la persona?” y ella responde “Dani Alves”. Cuando se escucha el nombre del autor, un informante avisa a la policía. Al darse cuenta de quién era el caso la policía inmediatamente lo sube a las redes.
Cuando el carioca aterriza en tierras aztecas prende su teléfono móvil y ve todo el escándalo que se había generado mientras volaba. Mensajes de su mujer, amigos y noticieros de qué había sucedido.
El jugador más condecorado en la historia del futbol reporta con Pumas y tiene acción en la victoria de los universitarios ante Juárez. Después del juego, Dani sostiene una conversación con Leopoldo Silva (presidente del club), donde éste sólo quería saber cómo está y en medio de la conversación el directivo le preguntó sobre qué había ocurrido aquella noche en la disco y el brasileño respondió: “Nada, Presi”, y ahí termina la charla.
Días después, fallece la suegra del deportista y pide permiso al equipo para volar a España. Una vez que llega a Tenerife para el funeral, la joven víctima de supuesto acoso se entera que Dani Alves había regresado al país ibérico, vuelve a donde se tomó las pruebas y dice: “¿se acuerda de mí? Hace dos semanas vine y el hombre que abusó de mí está en el país”. Rápidamente, le llega una cita al futbolista que tiene que declarar mañana en Barcelona; él estaba en Tenerife y no pudo acudir al funeral de su suegra. En el momento que los Pumas se enteran del citatorio del jugador le rescinden el contrato.
El futbolista viaja a la entidad catalana a declarar y la juez le pide ver cuánto tenía en sus cuentas. Al momento que ésta ve la cantidad de dinero que el futbolista posee le dice: “Usted cuenta con recursos suficientes para fugarse del país, así que queda arrestado”.
Le piden sus dos pasaportes, español y el brasileño. Dani declaró en más de una ocasión ya que sus versiones no coinciden. Por el momento se espera fecha para el juicio, pero el proceso de análisis de pruebas continúa.
Al exjugador universitario se le han retirado todos sus patrocinios y los Pumas le exigirán que regrese parte del dinero que se le pagó, ya que los universitarios le pagaron por adelantado.
