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El directivo que todos quieren

En noviembre de 2011, el club América decidió apostar por Ricardo Peláez como su presidente deportivo en un proyecto de regeneración total luego de la desastrosa dirigencia de Michel Bauer.

Llegó como el exfutbolista analista de televisión. Tenía poca experiencia en el puesto pero mucha voluntad y convicción. “Hay planes a corto, mediano y largo plazo, pero América requiere resultados a corto plazo”, dijo en su primer discurso sin saber lo que el destino le tenía preparado.

En noviembre de 2011, el club América decidió apostar por Ricardo Peláez como su presidente deportivo en un proyecto de regeneración total luego de la desastrosa dirigencia de Michel Bauer.

Llegó como el exfutbolista analista de televisión. Tenía poca experiencia en el puesto pero mucha voluntad y convicción. “Hay planes a corto, mediano y largo plazo, pero América requiere resultados a corto plazo”, dijo en su primer discurso sin saber lo que el destino le tenía preparado.

América, el equipo con la nómina más alta en el futbol mexicano y tal vez entre las más poderosas del continente, sufría la pena de ser penúltimo lugar en ese torneo Apertura de 2011 previo a la llegada de Peláez.

Lágrimas, reproches, incredulidad de la fiel afición azulcrema, pero con una luz de esperanza por descubrir la mano de quien en su etapa como futbolista se proclamó campeón en el Prode 85, y después con Necaxa en 94-95 y 95-96.

Peláez lo decretó y los resultados llegaron en poco tiempo. En su primer torneo, el Clausura 2012, terminaron en tercer lugar y con una Semifinal. En el Apertura 2012 ligaron otra semifinal.

En el tercero, el Clausura 2013, terminaron sublíderes de la competencia regular y se coronaron campeones del futbol mexicano por encima del Cruz Azul. En el torneo siguiente repitieron otra vez la final, ésta vez contra León, para continuar en el Clausura 2014 con unos cuartos de final.

Para ese entonces, Peláez, los directivos rivales y la Federación Mexicana de Futbol ya se habían dado cuenta de su talento. Es efectivo, sabe encontrar los métodos del protagonismo para que se combinen con talento y las buenas relaciones interpersonales en la institución. Y eso se lo llevó al Tricolor.

Ricardo Peláez estuvo decidido a apoyar un proyecto futbolístico de Selección Nacional basado en su fuerza grupal, no solo en individualidades. Respaldó una dirección técnica, la de Miguel Herrera, que supo elegir bien a sus 23 jugadores y que hizo un buen vestidor cuando México pendía de un hilo en sus sueños por clasificar a la Copa del Mundo Brasil 2014.

Dicen los que saben que Peláez es quien ha sacado lo mejor de Herrera como entrenador, pero el propio directivo azulcrema se ha manifestado a favor de la sinergia que consigue como jefe del “Piojo”.

Hubo marca de dos triunfos, un empate y una derrota; 5 goles a favor y 5 en contra. México cerró en segundo lugar de grupo detrás de Brasil.

Cierto, el Tricolor consiguió el mismo resultado de siempre en el Mundial, pero de forma extraña los mexicanos se compenetraron mayormente en la expectativa que parece, ninguna otra selección anteriormente les había generado.

Esa energía que derrochó la Selección Mexicana fue aplaudida, incluso directivos como Jorge Vergara, de las Chivas, pidió el regreso de Peláez como presidente deportivo de cuadro nacional al saber que éste volvería al América.

Su puesto como jerarca azulcrema nunca cambió de nombre, de lo contrario, al retomar su camino volvió a hacer historia en nuestro país al manejar de forma perfecta la venta del delantero Raúl Jiménez al Atlético de Madrid.

Anunció la oferta, gestionó el traspaso y lo logró. América cobró 15 millones de dólares por el goleador nacional al club español, una cifra casi difícil de superar, no en poco tiempo.

‘Soy agradecido de la oportunidad’

Al ver los logros, los aciertos y la experiencia en tan corto tiempo, ¿le ha gustado a Ricardo Peláez este papel como directivo?, le preguntó Reporte Indigo al presidente deportivo más exitoso de los últimos años en México.

“Sí, estoy feliz. Fueron dos años y medio con Club América, luego lo que me sucedió con la Selección Nacional, ahora regreso al América y estoy muy contento, muy agradecido siempre con el esfuerzo de los jugadores, con la ilusión y el compromiso que muestran, y eso siempre será importante. Pero esto siempre será partido a partido”.

¿Fue un proyecto personal, desde la carrera de futbolista, llegar a ser un exitoso directivo del futbol mexicano?

“Bueno, uno siempre quisiera aspirar a cosas importantes. Yo soy una persona agradecida y agradezco muchísimo la oportunidad que me han brindado para ser presidente deportivo del América, lo mismo en la Selección Nacional ahora que estuvimos estos seis meses”.

“Yo tengo que responder siempre con resultados y estoy trabajando fuerte para ello”, dijo con modestia sobre sus deberes y responsabilidades tomadas.

¿Esa es la parte más complaciente? Es que sí tiene ya los resultados…

“Sí, nos ha ido bien afortunadamente, pero esto es partido a partido, entonces ojalá podamos seguir por el buen camino. Dicen que los buenos momentos hay que alargarlos”, declaró Peláez esbozando una sonrisa.