El dinero nos está matando
Hoy que las voces de todos niveles se levantan señalando y acusando a la actual administración de la Femexfut que preside Justino Compeán, por el enorme fracaso en el que se ha convertido esta eliminatoria, la cual comenzó con aquel discurso de “tendríamos que pasar caminando”, “la Concacaf nos queda chiquita”, “hay que buscar otros horizontes”, “el quinto partido es nuestro objetivo”, “otra vez somos el gigante de Concacaf”, y todas las frases parecidas que se dieron en los recientes dos años después de los excelentes veranos futboleros del 2011 que nos entregó en el arranque del pro
Alfredo Domínguez MuroHoy que las voces de todos niveles se levantan señalando y acusando a la actual administración de la Femexfut que preside Justino Compeán, por el enorme fracaso en el que se ha convertido esta eliminatoria, la cual comenzó con aquel discurso de “tendríamos que pasar caminando”, “la Concacaf nos queda chiquita”, “hay que buscar otros horizontes”, “el quinto partido es nuestro objetivo”, “otra vez somos el gigante de Concacaf”, y todas las frases parecidas que se dieron en los recientes dos años después de los excelentes veranos futboleros del 2011 que nos entregó en el arranque del proceso “Chepo” de la Torre. El titulo de la Concacaf que nos habían arrebatado los gringos y luego en el 2012 el equipo cenicienta golpeado y humillado en Ecuador y en la Copa América, se levantó para ganar Panamericanos y luego la máxima hazaña deportiva en la historia de México: el oro en los Juegos Olímpicos. Por si fuera poco la primera fase de la eliminatoria la pasamos de verdad caminando, en un cuadrangular en donde ni siquiera Costa Rica se nos complicó. Pero llegó el 2013 y se nos vino la noche, los primeros avisos se dieron en los partidos moleros de principio de año, estos que no dejan nada en lo deportivo pero sí mucho en lo económico, lanzando señales a las que no quisimos hacerles caso. Y más adelante los pésimos resultados como local en la eliminatoria en donde también quisimos tapar el sol con un dedo, me incluyo entre ellos, entre los que pensábamos así suponiendo que “Chepo” en cualquier momento podía dar el golpe de timón con el equipo y regresar a los niveles que tuvimos en 2011 y 2012.
Hoy que la realidad nos ha alcanzado y que estamos con las mismas posibilidades de asistir al Mundial que de no hacerlo, cuando al arrancar la eliminatoria teníamos un 99 a 1 de que sí asistiríamos, comienzan a surgir entonces las dudas, consecuencia de estas realidades y arranquemos desde el principio.
El desgaste de “Chepo” y su grupo
Si desde el punto de vista de resultados a “Chepo” no se le cuestionaba nada hasta diciembre del año pasado, era también porque en el contrato que lo había ligado a los cuatro años culminando en Brasil 2014, se deberían incluir todos los partidos moleros, y para que entendamos esta definición, un partido molero es aquel que se juega en el llano o en los pueblos y donde al final el único premio es que todos comparten el mole, con el que alguno de ellos se adornó como de regalo. Porque también podemos hablar de partidos “cheleros” en donde el que pierde paga las cervezas.
Ese es el nivel de los partidos que juega nuestra Selección prácticamente todo el año y que no deja oficio ni beneficio a los jugadores, excepto un manoseo espantoso, y para cuya publicidad surgen los engaños, las mentiras, las medias verdades, las selecciones parchadas o los equipos a los que se les pone el uniforme de alguna selección y se les paga un billete y ya.
“Chepo” aceptó esto como parte de su realidad y terminó desgastándolo principalmente con los jugadores de relleno, estos que son convocados cuando no hay fecha FIFA y no pueden venir los que juegan en Europa, y que después son olvidados. Yo le llamaría aquí los jugadores “kleneex”, que son una gran mayoría de los que juegan en nuestro “fut” y que podrían pelearle el puesto a los europeos, pero las condiciones del mercado internacional y comercial se los impiden.
Todo esto estaba en el contrato del “Chepo”, y luego ya dentro de la eliminatoria la falta de resultados y el círculo vicioso en el que se metieron el propio José Manuel y su grupo, creyéndose medias verdades y que también son medias mentiras. Al final de cuentas todo su cuerpo técnico ha terminado este ciclo y ya deben de estar sacando sus cajas con sus pertenencias del Centro de Alto Rendimiento.
El área comercial
Hoy Raúl Pérez, Justino Compeán y Decio de María, deben estar satisfechos con los resultados entregados a los 18 dueños del balón cuando estos piden cuentas. Apoyados por el muy particular estilo de comercializar de Raúl Pérez Salinas, personaje que pasa inadvertido en el anonimato del vaivén del “fut”, pero que es el encargado de las jugosas ventas y de los negocios paralelos que éstas representan, la Femexfut recibe un alto ingreso que se calcula en el cuatrienio Sudáfrica-Brasil, superior a los 400 millones de dólares.
No estamos cuantificando, los negocios paralelos que surgen de forma natural de la oficina de Pérez Salinas, para algunos personales, ya sea abiertamente o en lo obscurito, tema que sus contrapartes nunca reclaman y al final de cuentas el que esté libre de pecado que arroje la primera piedra. Y yo diría desde aquí que finalmente es su negocio y lo manejan como quieran; sin embargo, este que ha sido el bastión más poderoso para sostener a Compeán al frente de la Femexfut, le convierte hoy precisamente en el boomerang y le regresa, tomando en cuenta que donde se ha roto desde hace varios años el equilibrio natural, entre la mercadotecnia, el negocio y la cancha.
Justino y sus resultados
Tendríamos que preguntarnos cuál es el objetivo de los dueños del balón, ¿el desarrollo del futbol complementado con un negocio que genere buenos rendimientos o el obtener los buenos rendimientos a costa de lo que sea? Cuando digo lo que sea es privilegiar el dinero por encima de lo deportivo. No digo que hay que sacar el dinero y exprimir lo deportivo hasta que reviente, sino que con ese afán de lucro se han dejado de hacer cosas para el desarrollo del jugador mexicano, y no me refiero a las fuerzas básicas que todos los equipos tienen y por cierto, con muy buenos dividendos de los que hemos disfrutado con todas las selecciones “Subs”, desde la 23 hasta la 15, pasando por la de mujeres.
A nivel de cancha, un dedo
Ahí está la estadística que no engaña, México es la selección que más partidos amistosos juega en el mundo, si a esto le sumamos que jugamos los torneos oficiales de nuestra área de Concacaf como de Sudamérica, en la Copa América a la que nos invitan no porque tengamos una excelente relación o que somos los cuates de todos, o porque nos vemos simpáticos cuando acompañamos un mariachi, la realidad es que jugamos Copa América que es superior en nivel a la Concacaf porque le hacemos falta a ese torneo y la sola presencia de México significa para Conmebol cerca de un 30 por ciento más a sus ingresos generales.
Esto significa que nuestra selección juega en ocasiones hasta dos veces por mes, y que en promedio los partidos intradescentes, moleros, amistosos, “cheleros” o como les queramos llamar, promedian 10 al año, independientemente de los oficiales, pero ¿qué ocurre con estos partidos? De entrada los jugadores son convocados, se les lleva a un viaje a Estados Unidos, se les da dinero para el shopping, se presentan como la Selección Mexicana absolutamente parchada, porque hay que recurrir a jugadores de relleno para cubrir los puestos de las estrellas que juegan en Europa.
Luego regresan a sus equipos con bolsas cargadas de shopping con un resultado absolutamente intrascendente y el jugador que se ha hecho la ilusión de haber sido convocado a la Selección, tiene que ceder su puesto en la titularidad, sino de convocatoria cuando llegan lo europeos, cuyo nivel comercial es de un valor más alto, aunque futbolísticamente le debemos cuestionar que aquellos que no están jugando pueden ser resucitados por la Selección y hemos padecido años el que jugadores como Giovani, Guardado, Aquino, el mismo Jonathan, o el “Chicharito” llegan al Tri sin haber jugado semanas previas y tienen por default su puesto titular, lo que genera una competencia desleal con los que se estarían matando por obtener una oportunidad, y como resultado, el jugador casero deja de presionar cuando la Selección manipulada por el tema comercial , que privilegia a estos jugadores que en muchas ocasiones no están en su mejor forma.
El factor ‘Chicharito’
Para nadie es un secreto el carisma de este extraordinario jugador tapatío cuyo nivel ha ido a la baja, a tal grado que en su equipo ha jugado, en la última temporada, solo 18 minutos, y que en la anterior cerró también desde la banca.
Por consecuencia de esta inactividad, “Chicharito” en el Tri resultó altamente improductivo a pesar de ser el único que anotó esos cuatro goles en la Selección.
Pero analizando detenidamente la cancha, podemos ver su desafortunado trabajo en el conjunto.
La gente pide a “Chicharito”, en los estadios se le aplaude, los comerciales de Telefónica Movistar, Gillette, PowerAde y Banamex, son de los principales sustentos para que pueda ser convocado, y esta presión se traduce también en la necesidad de que juegue y aparezca para que entonces el círculo del negocio sea perfecto.
Detrás de él no existe jugador con el carisma y el tamaño como para que las empresas grandes que ya invirtieron su dinero con la Femexfut se arriesguen, entonces tiene que venir…
El factor hermoso
Una excelente y osada campaña de Pepsi, que no forma parte de los patrocinadores oficiales del Tri, saca raja, ventaja y dividendos y otros dos jugadores que sin tener carisma se les explota prácticamente ese lado, tanto Marco Fabián como Oribe Peralta, a quien hoy le dicen “El Hermoso”.
El factor ‘Temo’
Es tal la falta de carisma de los jugadores de la Selección, que algunas empresas como Banco Santander, deciden arriesgar en Cuauhtémoc Blanco, que hace muchos meses dejó de vestir la camiseta verde, sin embargo sigue siendo el último gran ídolo de nuestro futbol, y ante la carencia de estos ídolos las empresas y la Femexfut inventan cualquier cosa.
Fracaso deportivo
Este fracaso es un lastre que nos arrastraría a todos y cada uno de los miembros de la Femexfut, tomando en cuenta que los cerca de 500 millones de dólares que hoy vale el Tri y la Liga, se verían disminuidos más de la mitad en caso de no sacar el boleto a Brasil.
El retroceso sería peor que la época de los “cachirules”, cuando no fuimos por una trampa administrativa y la liga tardó mucho en recuperarse.
¿Quiénes se tienen que ir?
De entrada el cuerpo técnico responsable del nivel de cancha y de no haber podido superar la mediocridad y el aborrecimiento que generan tantos partidos moleros que se convierten en un espejismo y en una mentira barata, cuando a las selecciones a las que enfrentamos no cuentan con todas sus estrellas, y probablemente llegaron el día anterior, cenaron, algunos se emborracharon, jugaron y se regresaron. Da lo mismo, al final de cuentas en Estados Unidos el atractivo es el Tri y se acabó. El cuerpo técnico en consecuencia, está muy desgastado, y así como los elevamos en un pedestal en 2011 y 2012, hoy salen a pedradas y por la puerta de atrás.
González Iñarritu
Es un excelente administrador y estudioso del tem, además de creador de una logística impecable en el seguimiento de la Selección grande, de todas las “Subs” y de la forma en la que se distribuyen los ingresos que le corresponden, porque la grande es la que mantiene a las demás selecciones, sin embargo su total desconocimiento e ignorancia en los temas de cancha, han hecho que la bomba le explote en las manos. Entre las razones por la que muchos de los dueños del balón le piden renunciar, pero conste, el puesto de González Iñarritu es un puesto clave, tomando en cuenta que maneja convocatorias, calendarios, logística y otros temas que son de alto atractivo que para unos directivos como Andrés Fassi, de Pachuca, o José Antonio García y Miguel Ángel Couchonal de Atlante, se han candidateado, sino abiertamente, también por debajo de la mesa.
Compeán y Decio
La división ente la Femexfut y la Liga MX salva la cabeza de Decio, quien a pesar de estar involucrado hasta el cuello en éste fracaso del Tri, está tan blindado que seguramente duerme sus ocho horas seguidas. Y el destino de Justino Compeán está hoy sobre los escritorios de Emilio Azcárraga y Ricardo Salinas Pliego, que sin embargo le reconocen los ingresos multimillonarios de los que nunca se soñaron en los años recientes. El ciclo Justino termina en Brasil 2014 estemos o no, y casi es seguro que se le remplazará porque además se le ve cansado y abrumado.
¿Quién en lugar del Chepo?
Todo apunta a Víctor Manuel Vucetich, quien aparece como desempleado inmediato para ofertarle un contrato grande. No olvidemos que él fue nombrado técnico de León cuando lo compró Valente Aguirre, después al venderlo lo dejó para que lo tomara Monterrey. A Miguel Herrera se le candidatea, sin embargo en el mano a mano, Vucetich gana en muchos rubros, y principalmente el que hoy el “Piojo” tiene al América embalado y buscando otro título, hace de “Vuce” el candidato ideal para ser el próximo técnico del Tri.
Así las cosas pues, el dinero, el que gobierna nos está matando, y esto viene desde hace algunos años en el que se rompió el equilibrio cancha-negocio, aunque bien visto habría que conocer cuál es el objetivo de los dueños del balón para saber si realmente Justino y los que están debajo de él han fallado. Así de fácil…